miércoles, 5 de marzo de 2025

Nuestra convicción frente al futuro

 


Nuestra convicción frente al futuro.

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”, Jeremías 29:11

“Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado.” Ezequiel 36:22

Cada año que comienza quisiéramos saber cómo nos va a ir, quisiéramos saber el futuro, para disminuir la incertidumbre y tener control de nuestra vida, pero esta curiosidad por saber el futuro nos lleva realmente a ser independientes y poner nuestra mirada en las circunstancias, cuando esto no tiene propósito.

Se trata entonces de colocar la confianza de que pase lo que pase Dios está con nosotros y Él tiene un plan mucho mejor del que pudiéramos prever o controlar. Su voluntad es buena, agradable y perfecta, pero experimentar esto, implica renovar nuestra manera de pensar. (Romanos 12:2)

Para que entendamos cuál debe ser nuestra manera de pensar, nuestra actitud, nuestra fe correcta y por supuesto nuestro actuar frente a la incertidumbre y el futuro, debemos aprender del caso de Israel. El pasaje de Jeremías 29:11 es muy usado para referirse a los planes perfectos y fieles de Dios para con nosotros, pero debemos entender el contexto para valorar de manera más precisa y profunda lo que Dios quiere decirnos.

El contexto de este pasaje, es que Israel había sido llevada cautiva a Babilonia, despojada totalmente de su riqueza y su templo; familias divididas y desamparadas. Los que quedaron sufrieron hambre y muerte, los que fueron arrancados de su tierra y llevados cautivos sufren de una terrible desesperanza. Lo que sembraron cosecharon, pues desobedecieron al Señor y vino juicio sobre ellos, como le fue revelado al profeta Ezequiel: “Hijo de hombre, mientras la casa de Israel moraba en su tierra, la contaminó con sus caminos y con sus obras; como inmundicia de menstruosa fue su camino delante de mí., Y derramé mi ira sobre ellos por la sangre que derramaron sobre la tierra; porque con sus ídolos la contaminaron. Les esparcí por las naciones, y fueron dispersados por las tierras; conforme a sus caminos y conforme a sus obras les juzgué.” (Ezequiel 36:17-19).  Oración.

«Padre, sé que tienes mi vida en tus manos, mi presente y mi futuro son impactados por mi fe en tus promesas, ayúdame mediante tu Espíritu a renovar mi manera de pensar y a experimentar la vida de Jesús en mi vida, para gloria de tu nombre, amén.