Caminar de la mano de Dios
“Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó
Dios.” Génesis 5:24
Para caminar con Dios, estamos llamados a ser hombres de fe
como Enoc: “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado,
porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber
agradado a Dios”, (Hebreos 11:5). Esta es la clave “por la fe”, Enoc le creyó a
Dios, confió plenamente y en su diario caminar tuvo presente al Señor. Por esto
el escritor de Hebreos inspirado por el Espíritu Santo, escribe acerca de
diferentes hombres que por la fe hicieron grandes cosas y soportaron pruebas
tremendas; menciona a Enoc como uno de aquellos que al tener la certeza de lo
que se espera y la convicción de lo que no se ve, pudo agradar y ser partícipe
de la bendición que Dios da a los que creen, conforme está escrito en la
palabra de Dios que la fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios
(Hebreos 11:1, Romanos 10:17).
Nosotros también si caminamos con Dios, estando atentos a lo
que dice su palabra para vivirla diariamente, sin dudar y siendo constantes en
esto, lograremos cosechar una relación de amor que nos llevará a que su paz nos
eleve por encima de todos los dolores y problemas de la vida. No a evadir la
realidad, sino a enfrentarla con la actitud, la verdad y poder de la fe. Oración.
«Padre, quiero caminar contigo y sé que el único camino es
Cristo, llevar mi vida a la cruz para morir y resucitar con él, para que así en
mi diario caminar pueda ir de tu mano, sabiendo que tienes el control de mi
vida y tu Palabra guía mis pasos. En el nombre de Jesús. Amén.