En Cristo se responde la pregunta ¿Por qué estoy aquí en la
tierra?
“Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que
si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los
que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por
ellos.” 2 Corintios 5:14-15
“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en
amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros,
ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.” Efesios 5:1-2
El apóstol Pablo inspirado por el Espíritu Santo une el
propósito de Cristo al de nosotros al escribir en 2Corintios 5:14-15 que si
Cristo murió por todos, luego todos murieron, pero que los que viven, esto es
los creyentes, quienes recibimos la vida eterna por medio de la fe en
Jesucristo, ya no debemos vivir para nosotros mismos sino para Cristo, y en
Efesios 5:1-2 nos dice que la forma de hacerlo es siendo imitadores de Dios
como hijos amados, para lo cual debemos andar en amor, de la misma manera que
nuestro Salvador lo hizo.
Pero, si queremos andar en Amor, debemos cultivar una
relación íntima con Jesús, para poder convertirnos así en testigos de su amor,
y entonces comprender por revelación del Espíritu Santo que su propósito de
darnos perdón de pecados, salvación y vida eterna, es para que conozcamos su
gran amor, y aprendamos por imitación, como lo hace un bebe con sus padres, a
Amar como Él, encontrando así nuestro propósito, que se resume en Amar a Dios
con todo nuestro corazón, y con toda nuestra alma, y con toda nuestra mente
(Mateo 22:36-42) pero también en amarnos unos a otros como Cristo nos ha amado
(Juan 13:34).
El rey Salomón escribe al finalizar el libro de Eclesiastés,
“El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus
mandamientos; porque esto es el todo del hombre.” (Eclesiastés 12:13). Salomón
por revelación del Espíritu Santo descubre el propósito del hombre, pero
nosotros los creyentes, gracias a Cristo, podemos encontrar tanto la respuesta
a la pregunta ¿Porque estoy aquí en la tierra? como alcanzar ese propósito por
el cual estoy aquí en la tierra.
Así que hermanos dejemos que sea Cristo el que viva en
nosotros, amando como Él lo hace, pues si hacemos esto estaremos logrando
nuestro propósito y alcanzando nuestro destino. Oración.
«Señor Jesús, gracias porque tu amor es suficiente, y en ese
sublime amor encuentro la respuesta al propósito de mi vida, gracias porque sé
que debo vivir igual que tú, amando a Dios el Padre y al prójimo como tú me has
enseñado. Amén.