domingo, 11 de julio de 2021

Paz entre nosotros

 


Paz entre nosotros

“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros. También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.” 1 Tesalonicenses 5:12-14

Algo que nosotros hemos podido notar a lo largo de nuestra participación en alguna iglesia local, es la gran variedad de personalidades o temperamentos que podemos encontrar, y es precisamente por esto que el Apóstol Pablo en su primera carta a los Tesalonicenses, se ve en la necesidad de escribirnos algunas instrucciones muy prácticas y precisas para hacer con cada persona en algunos estados o actitudes que se puedan presentar.

Él Inicia primeramente dirigiéndose a todos nosotros, rogándonos de manera especial que tengamos en alta estima y amor a esas personas que Dios ha dispuesto para nuestra ayuda, es decir, aquellas personas que en el Señor son nuestra autoridad y siempre están listas a enseñarnos, aconsejarnos, alentarnos, corregirnos y hasta amonestarnos cuando así lo necesitemos; es importante que aprendamos a reconocer de cualquier manera su valioso trabajo entre nosotros, es nuestro deber también, manifestarles nuestro agradecimiento y amor por su diligencia y disposición en esa obra tan especial, pues no podemos llegar a ser ingratos o desagradecidos.

Luego, él nos continúa indicando la actitud que debemos tomar cuando, por cualquier motivo o circunstancia, algún hermano se encuentre ocioso, desanimado o débil; para estos primeros es necesario un regaño gentil y preciso, puesto que están desordenados y sin fruto, a los de poco ánimo nuestro deber es alentarlos o consolarlos, pues diariamente estamos enfrentando diferentes pruebas que nos pueden llevar al desánimo, y con los débiles estamos llamados a algo muy especial, a sostenerlos, lo que quiere decir que es a los que más nos debemos adherir y debemos estimar, ya que somos miembros de un mismo cuerpo y nos necesitamos mutuamente. Finalmente, la recomendación general es la paciencia, que aprendamos a soportar los defectos de los demás hasta que el Señor se perfeccione en todos.

Y todo esto es con un propósito muy hermoso, que de hecho fue una de las cosas que de manera especial nos dejó nuestro Señor Jesús, y es que siempre mantengamos la paz entre nosotros, que no haya divisiones, envidias, rencores, celos y demás obras que nos llevan a la desunión entre hermanos y a la infructuosidad en la obra del Señor. Así que, pongamos en práctica estas claras instrucciones dadas por Dios para que su paz se manifieste entre nosotros.  Oración inicial

«Padre Santo, eres un Dios que no haces acepción de personas, que no muestras favoritismo con nadie y que así mismo quieres que yo haga; reconozco que muchas veces no tengo la suficiente paciencia, tolerancia y empatía con mis hermanos, por lo que te pido Padre bueno, que seas tú corrigiendo todas aquellas actitudes que no están de acuerdo a tu voluntad y que me permitas cada día ser más agradecido por cada una de las personas que has puesto a mi alrededor, sé que no ha sido por casualidad o sin propósito, pues tú todo lo haces por mi bien y para tu gloria, en el nombre de Cristo Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.