viernes, 10 de mayo de 2024

Creo en ti Jesús

 

Creo en ti Jesús


“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” Juan 11:25-26

Qué dolorosa situación la que presentaban Marta y María, y qué difícil de entender en ese momento las palabras de Jesús, hoy las podemos comprender porque conocemos el final victorioso de éste suceso, pero ellas en ese momento no, estaban frente a una realidad en la que su hermano había fallecido. Si nos pusiéramos en su lugar seguramente podríamos experimentar su dolor, al pensar en la ausencia física que dejaría la muerte de su hermano, o rabia porque no entenderíamos qué fue lo que sucedió, quizás hasta haríamos las mismas preguntas y afirmaciones al Señor: “Si hubieses estado aquí”; pero lo que queremos resaltar en este devocional no es este cúmulo de sentimientos que emergen en estas situaciones sino las palabras de Jesús, que producen tanto en Marta como María fe, pues esa fe es la que debería estar por encima de cualquier tipo de emoción, pues es la fe la que nos permitirá tener descanso, consuelo y esperanza ante cualquier situación, por eso el libro de Hebreos nos recuerda que aunque muchos creyentes murieron físicamente y sin haber recibido lo prometido (porque esperaban algo mejor) nos resalta que lo que permaneció vivo en ellos fue su fe, y por esa fe en Jesús ahora están vivos eternamente, gozando en un nuevo hogar de la presencia de Dios (Hebreos 11:13-16).

Hermanos, esa debe ser nuestra meta, anhelar una patria mejor, la celestial. Que las aflicciones de este mundo no nos distraigan ni hagan decaer nuestra fe en que pronto nos reuniremos todos los hijos de Dios en un lugar mejor, en donde ya no habrá más llanto, ni dolor, porque las primeras cosas habrán pasado (Apocalipsis 21:4)    Oración inicial

«Señor Jesús creo en ti y en que eres el Hijo de Dios, sé que tienes preparado un hogar para mí allá en el cielo y esa es mi esperanza, que esa patria es mucho más grande que cualquier anhelo que pueda llegar a tener en este mundo, pues nada se compara con el vivir eternamente junto a ti, amén.