miércoles, 7 de julio de 2021

La Palabra de Dios es útil

 


La Palabra de Dios es útil

«Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor…. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”. 2 Timoteo 3 :10-11; 14-15

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra». 2 Timoteo 3:16-17

Qué fortuna para Timoteo conocer las Sagradas Escrituras desde la niñez, esto le aseguró ir en la dirección correcta. Pero no nos desanimemos, nunca es tarde para conocerla, sólo necesitamos un corazón dispuesto.

La vida del creyente necesita la Biblia como su mapa y la obra del Espíritu Santo como su brújula, para poder caminar con un rumbo correcto. La Biblia es la Palabra inspirada de Dios, por eso es confiable, y debemos leerla, estudiarla, meditarla, pero también pedirle al Espíritu Santo, que nos ayude a aplicarla en nuestras vidas, sólo así no nos extraviaremos. La Palabra de Dios cambia la conducta del creyente, es la norma para probar todo aquello que pretende ser verdad, es el escudo protector para las enseñanzas falsas y es nuestra fuente de sabiduría para saber cómo vivir; además que es la única escritura que muestra cómo ser salvos.

Dios nos quiere mostrar lo que es verdadero y equiparnos para vivir para Él, para saber cómo llevar a cabo su obra en el mundo, pero depende de nosotros de cuánto tiempo dedicamos en conocer su Palabra. Nuestro conocimiento de la Palabra de Dios no será útil a menos que fortalezca nuestra fe, nos lleve a hacer el bien, nos muestre la ruta de la sana doctrina y de la justicia.

Los discípulos del camino de Emaús, después de oír a Jesús cambiaron de actitud y regresaron a Jerusalén. Luc 24:32-33 «Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? Y levantándose a la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos».

¿Tenemos un termómetro en nuestro corazón que mide cuánta importancia tiene la Palabra de Dios para nosotros? ¿Se ha vuelto mero conocimiento? ¿O arde nuestro corazón cuando la escuchamos y nos mueve a hacer lo correcto?

No seamos solo oidores sino hacedores de la Palabra y veremos grandes bendiciones. Que la Palabra de Dios sea el gozo de nuestro corazón.   Oración.

«Señor Jesús gracias por tu Palabra escrita, y por tu Santo Espíritu que nos ilumina para entenderla, ¿qué sería de nosotros si no tuviéramos tu Palabra y la guía de tu Santo Espíritu?, estaríamos perdidos, con hambre y sed de tu justicia, por eso, gracias por ponerla a nuestro alcance, permite que la amemos, que tengamos celo por ella y que entendamos que es útil para adquirir sabiduría, para enseñar, para corregir, para guiar nuestro caminar con Cristo. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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