miércoles, 22 de enero de 2025

La evidencia de Dios es Jesucristo

 


La evidencia de Dios es Jesucristo

“Palabras de Agur, hijo de Jaqué; la profecía que dijo el varón a Itiel, a Itiel y a Ucal. Ciertamente más rudo soy yo que ninguno, ni tengo entendimiento de hombre. Yo ni aprendí sabiduría, ni conozco la ciencia del Santo. ¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?” Proverbios 30:1-4

Agur era un maestro sabio procedente del reino de Lemuel; pero este pasaje muestra claramente que a pesar de todo su conocimiento hay ciertos aspectos de la naturaleza divina que serán siempre un misterio para todos nosotros. Él declara que es el más ignorante de todos los hombres y dice que no hay en él discernimiento humano, que no ha adquirido sabiduría, ni tiene conocimiento del Dios Santo; y se hace cinco preguntas: ¿Quién ha subido de los cielos y descendió de ellos? ¿Quién puede atrapar el viento en su puño? ¿Quién ha envuelto el mar en su manto? ¿Quién ha establecido los límites de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo?

A veces encontramos preguntas como estas de personas escépticas, y no sabemos cómo dar una respuesta, sin embargo, la misma Palabra de Dios revela que la respuesta a cada una de estas cinco preguntas es Jesús. Quien descendió y ascendió a los cielos es Jesús en Efesios 4:8-10 dice: “Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo”.

Es por medio de Jesucristo que el mundo entero existió, como lo dice Juan 1:1-3 “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”.

Jesús es el nombre sobre todo nombre como dice Filipenses 2:9 “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre”.

A través del Nuevo Testamento que nos ha sido revelado por el Espíritu Santo, entendemos que la evidencia de Dios se encuentra en Jesucristo.

Al autor de este proverbio le importaba profundamente el nombre de nuestro Dios y no quiere deshonrarlo, por eso pide no tener riquezas ni pobrezas que le hagan desmerecer al Señor, (Proverbios 30: 8-9). Aun cuando Agur ha sugerido que ni él ni ningún otro ha traído sabiduría del cielo a la tierra, implica también que hay palabras de Dios, que como tales son refinadas y confiables, y exigen ser aceptadas sin interposiciones, (Proverbios 30:5-6).

Jesucristo, no solo es revelado en el Nuevo Testamento, sino en el Antiguo Testamento. Él es la imagen visible del Dios invisible, (Colosenses 1:15), hoy es un día para doblar nuestras rodillas delante de Él, en adoración.   Oración.

«Jesús, gracias porque por el Espíritu Santo y tu santa Palabra te has revelado a mi corazón, sé Quién eres tú y por eso te adoro, eres el nombre sobre todo nombre, inclino mis rodillas ante ti y te reconozco como mi Señor y mi Salvador. Te amo mi Señor Jesucristo, amén.