sábado, 12 de febrero de 2022

¿Qué expectativas tienes en Dios?

 


¿Qué expectativas tienes en Dios?

“Nuestra alma espera a Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él. Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado. Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti”. Salmos 33:20-22

La esperanza de la que hablamos ayer está vinculada con la expectativa. ¿Qué expectativa tenemos en Dios? Tenemos a un Dios de imposibles, de pactos y promesas, ¿qué visión tenemos de nuestra situación en las manos de Él?

Recordemos a Abraham. Dice Romanos 4:18-19 “El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara”. Él no se fijó en las dificultades y obstáculos para que se cumpliese la promesa, sino que puso su fe en Dios y en lo que le había dicho, en otras palabras, puso su fe en su Palabra, no en las circunstancias. Y esto es lo que debemos hacer si tenemos grandes expectativas frente a lo que Dios va a hacer con nosotros.

Toda su obra es hecha con fidelidad porque es un Dios bueno y justo, todos los días vemos pruebas de su bondad en esta tierra, sin embargo, nos falta más alabanza para Él, que nuestro corazón y labios lo adoren. Nada impedirá que el propósito eterno de Dios se cumpla, por eso no podemos vivir fuera de su plan porque perderemos toda esperanza. Como dice el salmista en Salmos 27:13-14 “Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová”.

Dios quiere una profunda fe y adoración, de parte de nosotros por todo lo que Él es y por lo que Él hace. Por eso debemos ser constantes en la oración, firmes en la espera, no solo del resultado final de nuestra esperanza futura y eterna, sino de nuestro presente porque Dios es nuestra ayuda y nuestro escudo, está con nosotros en cada situación. Nuestra confianza debe descansar en sus promesas reveladas, que nos muestran su carácter santo, su misericordia y bondad hacia nosotros.

Hablemos con fe, con alabanza y esperanza, lo que decimos son semillas que algún día germinarán.   Oración.

«Señor, gracias porque este año es una oportunidad para renovar mi esperanza, retomar tus propósitos y verlos cumplir confiando en tu palabra, no quiero que las circunstancias me detengan, por eso coloco en tus manos cada aspecto de mi vida, tú harás todo conforme a tus promesas y harás cosas asombrosas porque eres mi Dios, mi ayuda y escudo. En el nombre de Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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