domingo, 26 de enero de 2020

Fortalecidos con poder interior


Fortalecidos con poder interior

“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”, Efesios 3:14-19
  Esta intercesión de Pablo, para fortalecer a los creyentes, es lo que deberíamos anhelar no solo para nosotros mismos sino para toda la iglesia de Cristo. No es una oración pastoral ligera donde se piden pequeñeces, es una oración donde se piden bendiciones espirituales para que la iglesia se fortalezca en el poder del Señor.
Cuántos quisiéramos empezar nuestras oraciones como Pablo, doblando rodillas ante el Padre, asumiendo una actitud humilde al interceder por otros. Esto sólo lo hacen los guerreros espirituales cuando ocupan un lugar en la batalla espiritual. Una oración dirigida al Padre como nos enseñó Jesús, donde no hay intermediarios y a quien describe como “de quien toma nombre toda familia en los cielos y la tierra”. El Padre da su nombre a los que le pertenecemos, somos su familia, lo cual enfatiza la íntima relación que existe entre Dios y nosotros sus hijos, que fuimos adoptados en Cristo y cobijados por su gracia, además que tenemos el absoluto derecho de entrar a su presencia.
Una oración está fundamentada en las riquezas inagotables de Dios, en todas las bendiciones del cielo y que se resumen así: fortalecidos con poder, arraigados y fundamentados en amor conociendo el amor de Cristo y llenos de toda la plenitud de Dios. Cuánto necesitamos ser fortalecidos con el poder del Espíritu Santo para vivir la vida cristiana ya que todos los días enfrentamos una batalla espiritual entre nuestros deseos humanos y lo que el Señor quiere. Cristo gobernará en nuestros corazones en la medida en que confiemos en Él y echaremos raíces profundas en su amor que nos mantendrá fuertes.
Experimentemos su amor incluso cuando sea demasiado grande para comprenderlo y así seremos completos con toda la plenitud de vida y de poder que proviene de Dios. ¿Qué más podemos anhelar? Es una bendición múltiple de la Trinidad para nosotros: poder interior por el Espíritu, raíces en el amor de Cristo y llenura de la plenitud de Dios, eso es todo lo que necesitamos para mostrar al mundo quién es Dios. Oración.
Amado Padre, que tu Santo Espíritu vigorice mi vida, active tu poder y renueve continuamente mis fuerzas para seguir adelante. Que el Espíritu vivo de Cristo, esté interiorizado dentro de cada creyente y fortalezca la iglesia con tu poder, con tu inmenso amor y tu Plenitud, para que seamos un reflejo de ti en este mundo que tanto te necesita. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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