Amor para compartir
“Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a
Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por
nuestros pecados.” 1 Juan 4:10
Los pasajes Bíblicos de hoy nos muestran una preciosa,
maravillosa y poderosa verdad, que nos deja ver la esencia misma de Dios, su
amor; El amor de Dios tan grande, sublime y único que aun cuando eramos sus
enemigos por causa de nuestro pecado, Él envía a su unigénito Hijo para que
muriendo en la cruz, se cumplieran las justas demandas o se pagara el justo
juicio que Él exigía por nuestro pecado, para que ahora, todo aquel que cree en
Jesús como el que pagó por sus pecados, es decir, como su Salvador, no se
pierda, sino que tenga vida eterna.
Dicho de otro modo, cuando nosotros estábamos destinados a
una vida sin sentido, sin propósito y en esclavitud, e íbamos directamente a
condenación, Dios, solamente por su amor, decidió salvarnos en Jesucristo, su
amado y único Hijo. Es esta realmente la manifestación del amor más puro y
verdadero que nos ha sido dada a conocer, el amor de Dios en Jesucristo (1 Juan
4:9); un amor que salva, que libera, que perdona, que tiene paciencia y
misericordia, que provee y que nunca deja de ser (1 Corintios 13:4-8).
El amor de Dios no tiene límites ni condiciones, es eterno y
para todos, es real y verdadero; y si tú quieres en tu vida tenerlo y
experimentarlo, basta con que creas que de esa manera te ha amado Dios, recibe
a Jesús en tu corazón con una sencilla y sincera oración (como la que está al
inicio de este devocional), reconócelo como la manifestación del amor de Dios y
recíbelo como tu Salvador, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado
a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna.” Juan 3:16.
Finalmente, y como el título de este devocional, el amor es
para compartir. Así que, comparte con amor y generosidad este devocional. Oración.
«Amoroso Dios, en este nuevo día que me regalas de vida,
anhelo recibir más de ti, de tu maravilloso e inagotable amor, y por esto hoy,
confieso con mi boca y creo en mi corazón que tu amado Hijo Jesús, vino a este
mundo por amor a mí y en obediencia a ti; Jesús: te declaro como mi Señor y
Salvador, gracias por morir en la cruz por mis pecados para hacerme libre de
condenación y darme una nueva, eterna, fructífera y abundante vida. Te alabo y
te bendigo Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, amén.