Paz para transmitir
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo
la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” Juan 14:27
Vivimos en un mundo que, por causa del pecado, está
constantemente en guerras y conflictos entre países y ciudadanos; como
habitantes de un pueblo o ciudad vemos cómo los robos, los accidentes, las
estafas y toda clase de mal, son parte del día a día. Son hechos que, sin duda,
cuando somos víctimas de ellos o quizás algún familiar, causan cierta
conmoción, turbación o temor en nuestro corazón, pues son actos a los que no
estamos acostumbrados ni tampoco preparados; sin embargo, lo importante es que
Dios siempre tiene una palabra de esperanza, paz y consolación, porque aunque
para nosotros sea o haya sido sorpresivo e inesperado, lo cierto es que Dios
nunca pierde el control.
En verdad, es más impactante y conmovedor poder saber y creer
que su Palabra en Romanos 8:28 dice “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas
las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados.” Y también superior a cualquier inseguridad, es poder escuchar la
palabra de seguridad que el Señor en Mateo 10:29-31 nos da, pues dice: “¿No se
venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin
vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Así que, no
temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.”
Hermanos, como nos dice el versículo del día, el Señor nos ha
dejado su paz, que en otras palabras es, nuestra seguridad y bienestar; pero
también dice que, Él nos da su paz, justamente para que, cuando lleguen las
tormentas o adversidades no nos dejemos perturbar o atemorizar, pues Él
previamente nos ha dicho que “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo
he vencido al mundo.” Juan 16:33b.
Ahora tú, sé un canal de bendición y como dice el título de
este devocional, transmite a otros la paz que su Palabra nos da. Oración.
«Amoroso Padre Celestial, gracias Señor por este nuevo día de
vida que me das, y hoy de manera especial y como dice tu Palabra en Números
6:24-26, ruego para que tú, me bendigas y me guardes, tú hagas resplandecer tu
rostro sobre mí, tengas de mi misericordia, tú alces sobre mí tu rostro y
pongas en mí y en mi familia: paz, por Jesucristo, nuestro Señor y Salvador,
amén.