miércoles, 27 de octubre de 2021

Llamando la atención

 

Llamando la atención


“echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” 1 Pedro 5:7

¿Qué tan frecuente es nuestra búsqueda de Dios cuando necesitamos ser escuchados y recibir una palabra de ánimo?

Tenemos la costumbre de que cada vez que queremos que alguien nos escuche hacemos y decimos muchas cosas, tratando de llamar la atención de una persona, pero pasa que en muchas ocasiones somos ignorados porque cada uno está concentrado en sus propios conflictos.

Es muy curioso ver cómo a veces somos tan complicados, pues sufrimos porque nadie nos presta el cuidado que necesitamos, pero a la vez, ponemos en lista de espera a Dios, quien cada día está haciendo todo por llamar nuestra atención y decirnos “ven a mí, porque yo tengo cuidado de ti”. Tenemos a Dios disponible para nosotros todos los días y en todo momento, pero insistimos en buscar a alguien que está ocupado todo el tiempo.

Sabemos que el Señor en su iglesia ha puesto personas con aptitudes, capacidades y sabiduría para ayudar y aconsejar a otros; pero, entonces la manera correcta de acudir a ellas cuando estemos pasando por momentos difíciles y necesitemos la ayuda y el consejo de alguien más, es primero buscar a Dios, depositar sobre Él todas nuestras ansiedades, problemas y tristezas, confiando en que Él nos enviará o nos indicará la persona con la cual podemos hablar.

Nunca nuestra fe y esperanza debe estar puesta en las personas sino en Dios, quien obra a través de ellas; por eso es importante que siempre lo busquemos primero a Él, teniendo la certeza de que Él se encargará de indicarnos el momento, medio y lugar en el que nos debemos contactar con alguien más, así todo será bajo su voluntad y dirección, lo cual hará que todo obre para nuestra bendición.    Oración.

«Padre, eres poderoso y bueno, puedes estar en todo lugar al mismo tiempo y siempre tienes la voluntad de escuchar y ayudar a quien va a ti con fe; por eso te pido que me ayudes a entender que en toda situación mi primera opción debes ser tú, buscar tu rostro y contarte todo. Gracias porque sé que nunca voy a ti en vano, pues siempre en tu tiempo y conforme a tu voluntad me responderás, gracias en el nombre de Jesús, Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.