El amor, rasgo fundamental del carácter de Cristo
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo
aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8
Cuando miramos a Jesús, en el momento más difícil de su vida,
estando en la cruz, lo que vemos que salió de él fue amor, por eso ante la
injusticia, las calumnias, los maltratos, las burlas pudo decir: «¡Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen!» (Lucas 23:34). Mostrándonos que
podemos perdonar, gracias al amor como dice 1 Pedro 4:8 “Y ante todo, tened
entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.”
Jesús estando en la cruz, tuvo tiempo de demostrar su amor
por un pecador arrepentido y ante la súplica del ladrón su respuesta fue: «En
verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso.» (Lucas 23:43).
Enseñándonos que aún en las circunstancias más adversas que
tengamos que atravesar, podemos, por amor. ayudar a quien lo necesite, y la
mejor forma de hacerlo es compartiendo del gran amor de Cristo.
Aun en esa situación tan difícil en la cruz, donde Jesús se
estaba desangrando, estaba sufriendo y se estaba muriendo, pudo tener cuidado
de su madre y su amigo expresando por amor «Mujer, he ahí tu hijo. He ahí tu
madre.» (Juan 19:26-27). Recordándonos que el amor nos lleva siempre a pensar
en los demás, y una manera práctica de demostrar amor, es seguir sirviendo a
los demás, a pesar de las situaciones que estemos atravesando.
En la vida hay períodos difíciles, situaciones que nos llevan
a estar bajo presión, circunstancias que generan estrés y nos conducen a
reaccionar de diferentes maneras, así que preguntémonos ¿Cómo estamos
reaccionando y qué está saliendo de nosotros cuando enfrentamos dichas
circunstancias difíciles? Por ejemplo cuando somos tratados injustamente, ¿Cómo
es nuestra reacción?, cuando nos maltratan y calumnian ¿Cómo respondemos?,
¿tratamos igual o peor a las personas que nos ofenden?
Hermanos, pidamos a Dios que su Santo Espíritu forme en
nosotros el carácter de su Hijo, para que al igual que Jesús, cuando la vida nos
ponga bajo presión, de nuestro interior lo que brote sea el amor de Dios, ese
amor que llevó a Cristo a morir para salvar a los pecadores que en Él creyesen
como dice Romanos 5:8. Oración.
«Amado Jesús, gracias por tu gran amor, gracias por morir por
mí en la cruz, gracias porque aunque no lo merecía, fuiste capaz de dar tu vida
para que yo tuviera una nueva vida, una vida abundante, una vida que es eterna,
tu vida. Amen.