lunes, 25 de enero de 2021

Jesús levantado para sanarnos

 


Jesús levantado para sanarnos

“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”. Juan 3:14-16

El apóstol Juan nos recuerda esta historia del Antiguo Testamento que está en Números 21:4-9, cuando los israelitas vagaron por el desierto y empezaron a murmurar y a lamentarse por haber salido de Egipto, pecando contra Dios, quien envió una plaga de serpientes que hizo que ellos se arrepintieran y pidieran misericordia. Dios le dijo a Moisés que hiciera una imagen de una serpiente y la levantara en medio del campamento y los que miraran la serpiente serían curados. Esto impresionó fuertemente a los israelitas; tanto, que hicieron de esa serpiente un ídolo que después tuvo que ser destruido en tiempos de Ezequías, porque empezaron a darle culto. No fue la serpiente de bronce lo que daba la vida, sino la confianza en el Dios que le había ordenado a Moisés que la hiciera. Era Dios mismo el que sanaba, este tan solo fue un método para traer sanidad en esa situación, era simplemente un objeto que les hacía volver nuevamente su pensamiento a Dios.

Juan usa esto como una parábola profética para anunciar lo que había de suceder con Jesús, así es como Él sería levantado en la cruz, para que todos los que estén heridos por el pecado vuelvan a Él su pensamiento y crean en Él para tener vida eterna.

Jesús fue levantado dos veces: cuando murió en la cruz y cuando fue elevado a la gloria después de su resurrección. Esto se relaciona porque para Jesús la cruz fue el camino a la gloria eterna. Hoy pasa igual con nosotros, podremos escoger el camino fácil y evitar la cruz o podemos tomar la cruz para alcanzar la gloria. Entonces, creer en Jesús es creer en un Dios que nos ama y que envió a su Hijo a morir por nosotros para que fuéramos salvos de la muerte y recibir la sanidad espiritual, emocional y física. Creer en Jesús es reconocer que es el Hijo de Dios, que es la Verdad que nos acerca a Dios y que puede revelarnos toda su plenitud. Por lo tanto, debemos buscarlo y obedecerlo. Ahora podemos levantarnos en victoria por lo que Jesús hizo.  Oración.

«Gracias Señor Jesús porque al creer en ti, en tu muerte en la cruz y tu resurrección, me has dado vida eterna. Al mirarte, has traído a mi vida sanidad, salvación, reconciliación con mi Padre celestial y herencia en tu reino eterno. No dejes que me aparte de ti. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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