miércoles, 9 de marzo de 2022

Principio de dolores

 


Principio de dolores

“Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.” Mateo 24:6-8

Es evidente que el mundo en los últimos dos siglos, ha estado en guerras y rumores de guerras que afectan a todas las naciones. Enfermedades, pestes y desastres naturales cada día aumentan sin que el hombre pueda tener el control. Y la fuente de todo esto es que el mundo está conectado económica y socialmente, en sus comunicaciones aéreas y tecnológicas, pero totalmente desconectado con Dios y su Palabra.

El Señor Jesucristo predijo con precisión todo lo que está ocurriendo, pero el mundo no está atento a sus palabras, y la clave de escuchar estas profecías es que reflexionemos ¿cómo está mi relación con Dios?

El mundo está convulsionado, pero ¿tengo la salvación de mi alma?, ¿cómo puede ser salvado? La escritura nos muestra que la prioridad de la vida es acerca de este tema. “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” (Mateo 16:26).

La salvación de nuestra alma sólo es posible si colocamos nuestra confianza total en Jesús, y todo aquel que invoque su nombre será salvo (Hechos 2:21), pues Él es la puerta a través de la cual podemos entrar y ser salvos, (Juan 10:9).

Hoy invoquemos su nombre, el mundo puede haber entrado en el principio de los dolores anunciado, pero cada uno de nosotros puede iniciar a tener desde ya, una relación íntima con el Salvador del alma. Por eso, que el inicio de esta época cruel, no sea para llenarnos de temor, sino para que no aplacemos más el rendir nuestra alma a Jesucristo, para ser salvados y tener vida eterna en su nombre.    Oración.

«Señor Jesús quiero confesar tu nombre, el mundo puede estar desmoronándose porque no te escucha, pero yo hoy quiero rendirme a ti, y ser salvado, quiero estar atento a tu Palabra de vida eterna y tomarla para mí, tómame de la mano y súbeme en el seno de tu amor. Te entrego mi corazón Señor Jesús. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.