La introspección espiritual
Probaos a vosotros mismos.
2 Corintios 13:5
Muchos creyentes van por la vida con una actitud indiferente respecto a sus pecados. Pero el Señor les dice a los creyentes que examinen su vida cada vez que participen de la Cena de Señor (1 Co. 11:28). Y el apóstol Pablo exhortó a la iglesia de Corint "Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos" (2 Co. 13:5). Si usted hace eso con regularidad y con una actitud positiva, estará seguro de que sus motivos y deseos son agradar a Dios, aunque a veces le falle (vea Ro. 7:14--25). Evite el engaño
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Mateo 7:22
Una buena manera de evitar el engaño espiritual de sí mismo es sencillamente conocer y esquivar las trampas religiosas en las que se puede caer. En primer lugar, hay excesiva preocupación con las simples actividades religiosas. El enfoque externo sobre la asistencia a los cultos y a los estudios bíblicos, el escuchar sermones, el cantar himnos y otras buenas actividades como esas pueden en realidad apartarlo del conocimiento del Dios a quien piensa que está sirviendo.
En segundo lugar, hay una dependencia superficial de las actividades religiosas y las ceremonias pasadas. El hecho de que usted fuera bautizado cuando era niño, de que asistiera a la escuela dominical o a la escuela bíblica de vacaciones, o que se uniera a una iglesia no significa necesariamente que ahora esté justificado ante Dios.
En tercer lugar, hay un conocimiento religioso de por sí. Usted puede comprometerse con una determinada denominación y sus tradiciones, o tener un gran interés académico en la teología. Pero todo eso es inútil si no está interesado también en ser más semejante a Cristo y más obediente a su Palabra.