Andando como hijos de luz
“Porque en
otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos
de luz” Efesios 5:8
En nuestro
pasado éramos tiniebla, hacíamos las cosas guiadas por nuestros deseos
engañosos, siguiendo la corriente del mundo y todo lo que obrábamos estaba en
contra de la voluntad de Dios; pero, Dios por las riquezas de su gracia en
Cristo, nos rescató; gracias a nuestra fe en Jesús, ese hombre del pasado murió
con Cristo y ahora hemos sido hechos nuevas personas y luz en el Señor (Efesios
2:5-10, Efesios 5:8).
Por lo cual,
el Señor nos invita a que renovemos nuestra manera de pensar, que ya no lo
hagamos como antes, sino que ahora nos vistamos de esa nueva persona que Dios
ha creado en la justicia y santidad de la verdad; es decir, que dejemos atrás
las mentiras y hablemos siempre con la verdad, que nuestro dinero no sea fruto
de corrupción o engaños, sino fruto del trabajo honesto con nuestras manos y
así tener algo que compartir con los más necesitados (Efesios 4:24-25, 28).
En nuestras
conversaciones no debemos incluir palabras deshonestas, corrompidas, groseras,
frases carentes de razón e inteligencia o chistes groseros; cuando abramos
nuestra boca que sea para edificar a quienes nos escuchan y siempre, teniendo
cuidado de que sea agradable para Dios (Efesios 4:29, Efesios 5:4).
No es bueno
que guardemos en nuestro corazón amarguras, odios, iras o cualquier tipo de
sentimiento que nos lleve a actuar con maldad; la Palabra de Dios dice que
debemos perdonar a los demás, aún si ellos no se lo merecen, pues esta fue la
manera cómo Dios también nos perdonó a nosotros en Cristo; nuestro llamado es a
ser misericordiosos y compasivos en todo tiempo y amarnos unos a otros de la
misma manera que Dios nos ha amado (Efesios 32, Efesios 5:2).
En general,
que pensemos, hablemos y actuemos como hemos oído y aprendido de nuestro Señor
Jesucristo. Oración.
«Padre
misericordioso, has mostrado las abundantes riquezas de tu gracia hacia
nosotros en Cristo Jesús, perdonando nuestros pecados y dándonos una nueva
vida; nos has hecho nuevas personas para alabanza de tu gloria. Te pedimos,
Padre Santo, que nos permitas entender y vivir esta nueva posición como tus
hijos, miembros de tu familia, morada de tu Espíritu, santos y luz en el Señor;
gracias poderoso Dios, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.