miércoles, 20 de abril de 2022

Mensajeros

 

Mensajeros


“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” 1 Pedro 2:9.

Los que creemos en Jesucristo, dice la Palabra en hebreos 4:6, nos podemos acercar confiadamente al trono de Dios para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro, privilegio del que seguramente hacemos uso diariamente y con más intensidad en momentos de dificultad, pues es la mayor seguridad que podemos encontrar. Pero hay algo más y muy especial que Dios quiere que resulte de este tiempo de intimidad con Él, y es que no retengamos solo para nosotros su bendición.

Cuando clamamos a Dios, dice su Palabra, Él nos enseña cosas grandes y ocultas que nosotros no conocemos (Jeremías 33:3), lo cual es una bendición que recibimos solo por la gracia de Dios. Entonces, de la misma manera en que la hemos recibido, el Señor quiere que la compartamos con nuestro prójimo. Como leemos en el versículo de hoy, su Palabra dice que nosotros hemos sido escogidos por Dios; a aquellos que hemos aceptado a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Dios nos ha hecho nación santa y real sacerdocio, posición que nos da el privilegio de acceder a su trono, pero que también nos da la especial misión de que todo aquello que Dios nos revele y nos conceda lo anunciemos, es decir, lo compartamos o transmitamos a todo aquel al que Él nos envíe o nos presente.

El Señor quiere que seamos mensajeros de su bendición, todo lo que Él nos da en momentos de intimidad es especial, maravilloso y poderoso, razón por la cual no lo debemos callar, nuestra misión es anunciar, comunicar con amor toda la grandeza de Dios, y así lograr que su bondad sea conocida por los demás. Todo el mundo debe saber del amor y el poder de Dios, pero para eso es necesario que sus mensajeros lo divulguemos.   Oración.

«Rey Celestial, en tu infinito amor y paciencia quieres que todos lleguen a tu conocimiento, y para eso nos has dispuesto a nosotros, hombres y mujeres testigos de tus virtudes, misericordia, gracia, amor, poder y todo lo que eres. Así que, te pido pongas en mí el querer como el hacer por tu buena voluntad, hazme mensajero de tu bendición, en el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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