lunes, 18 de octubre de 2021

Edificando sobre la roca

 


Edificando sobre la roca

“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.” Mateo 7:24-27

Muchas veces hemos escuchado o leído la porción Bíblica de hoy y pensamos en lo importante que sería que algún amigo o familiar la escuchara para que la aplicara en su vida; pero, si le prestamos atención a la primera frase, Jesús dice “cualquiera, pues, que me oye estas palabras” y en este momento quien la está escuchando eres tú. Entonces, es importante evaluar de manera personal y sincera el estado en el que estás, si quizá estás siendo insensato o verdaderamente estás siendo prudente.

El hombre prudente es el hombre responsable y consciente de que la única manera en la que su casa, es decir su vida, no se pueda derrumbar es edificándola sobre la roca, que es nuestro Señor Jesucristo. En cambio, el hombre insensato es la persona irresponsable que sabe que al edificar sobre la arena llegarán lluvias, ríos y vientos, esta se arruinará, no resistirá y caerá.

Cuando nosotros decimos que estamos edificando sobre la roca, quiere decir que cada decisión que tomamos en las áreas de nuestra vida, está fundada sobre los principios y mandamientos de la Palabra del Señor; que estamos siguiendo sus instrucciones y estamos siendo obedientes en todo. Pero, si por el contrario, sucede que cada paso que damos para alcanzar alguna meta, ya sea familiar, laboral, personal, social o eclesiástica, está fundada sobre lo que nos aconsejan nuestros amigos o lo que nos dicta el corazón, quiere decir que lamentablemente estamos edificando sobre la arena.

La clave es que confiemos en Dios, Él tiene pensamientos más altos que los nuestros, y dice su Palabra en Jeremías 29:11 “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Así que, creamos en Dios y edifiquemos sobre la roca.   Oración.

«Poderoso Dios, te confieso que en ocasiones me da temor tomar algunas decisiones, porque pienso en las circunstancias externas y en lo que dicen los demás, te pido total perdón por mi insensatez y desconfianza a ti; te doy gracias por tu infinita misericordia y fidelidad, y te pido por la gracia de mi Señor Jesucristo, que guíes mi camino e intervengas en cada ámbito de mi vida con tu soberanía perfecta, Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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