LA LIBERTAD DE DIOS
como libres, pero no como los que tienen la libertad como
pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios", 1 Pedro 2:16
La libertad no está en hacer todo lo que queramos o en seguir
sin límites lo que desean nuestros sentidos, porque esto nos lleva a ser
esclavos de nuestro ego, a ser dirigidos por nuestras emociones y como
consecuencia recogemos dolor y muerte; pues esta es la recompensa de andar en
la carne, como nos enseña Romanos 8:6, “Porque el ocuparse de la carne es
muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
La verdadera libertad está en hacer lo correcto, lo que
agrada a Dios, guiados por su Santo Espíritu, no actuando de acuerdo a los
conceptos del mundo y a sus tendencias sino de acuerdo a la Palabra de Dios.
Por lo tanto, si somos esclavos de Cristo, somos
verdaderamente libres y esto trasciende en nuestra vida; si seguir los impulsos
de la carne genera muerte, seguir al Espíritu que está en mí, por fe en Cristo,
produce gozo, paz, vida y toda clase de consecuencias justas y verdaderas, como
nos enseña Gálatas 5:16-26.
Este conocimiento de la verdadera libertad en Cristo, nos
lleva a la plenitud de una relación correcta con Dios y de amor con los demás,
pues solo quien experimenta la libertad de Dios puede amar con un corazón
honesto y también dejar completamente el yugo del pecado.
Así que recordemos estar firmes en la libertad con que Cristo
nos hizo libres, y no estemos otra vez sujetos al yugo de esclavitud (Gálatas
5:1); crucificando la carne con sus pasiones y deseos por medio de la
obediencia a la guía de su Espíritu Santo.
Oración.
Padre, en el nombre de mi Señor Jesús, tú me has dado
libertad para disfrutar plenamente de tus bendiciones, no para ser esclavo de
ellas, por esto guíame por tu Espíritu para vivir plenamente la libertad que
Cristo pagó en la cruz del calvario. Amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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