La responsabilidad personal en la Biblia
SI ERES SABIO, PARA TI LO ERES… (Proverbios 9:12)
Para que puedas mostrar la clase de responsabilidad que hace
que triunfes en la vida, debes:
(1) Reconocer que para obtener éxito necesitas practicar la autodisciplina.
Cada vez que no hagas lo que no deberías hacer y comiences a
hacer lo que deberías, estás aumentando tu capacidad de ser responsable y las
recompensas que esto conlleva.
(2) Terminar lo que empieces.
Hay dos categorías de personas: las que harán cosas y las que
podrían hacerlas. La gente responsable las lleva a cabo, y así es cómo los
demás la evalúan.
(3) No esperar que otros lo hagan por ti.
Pablo escribió: “…cada uno cargará con su propia
responsabilidad” (Gálatas 6:5). Dirigiendo la palabra a estudiantes en la
universidad de Carolina del Sur (EE.UU.), el juez supremo Alexander Saunders
dijo: “Cuando te den mucha responsabilidad, no supone que otra persona vaya a
llevar las cargas más grandes, que otra persona deje constancia de las principales
condenas, que otra persona haga propaganda por ti, que se ocupe de los pobres,
que visite a los enfermos, que proteja los derechos civiles, que implemente la
ley, que transmita los valores y que defienda la libertad. Lo que tú no
valores, no será valorado, lo que tú no recuerdes, no será recordado, lo que tú
no cambies, no será cambiado, lo que tú no hagas, no se hará. Si quieres,
puedes crear una sociedad cu yo s líderes sean menos obsesivos con el ansia de
tener mucho dinero. No es una cuestión de qué hacer, sino simplemente la
voluntad de hacerlo”.
Algunas veces no nos responsabilizamos porque creemos que
otros están más calificados. No, los que hacen la diferencia en la vida no la
hacen porque estén mejor calificados sino simplemente porque decidieron
intentar hacer algo. Además, Dios no llama a los capacitados, ¡Él capacita a
los que son llamados!
CADA UNO SEGÚN EL DON QUE HA RECIBIDO, MINÍSTRELO A LOS
OTROS…(1 Pedro 4:10)
Cuando hagas una decisión seria, te conviertas en una persona
más responsable. Los que tienen éxito no culpan a otros, se hacen responsables
de sus acciones y de sus actitudes. Ellos muestran una capacidad de responder
la habilidad para escoger una respuesta correcta sin importar qué situación
afrentan. En cada ocasión, la responsabilidad significa saber elegir, y sólo tú
puedes hacerlo. Si ser responsable nunca ha sido una de tus puntos fuertes,
entonces, empieza a serlo poco a poco. No puedes comenzar desde ninguna otra
situación que desde aquélla en la que te encuentres ahora mismo.
¿Qué áreas de responsabilidad son las más difíciles para ti?
(1) ¿Dar seguimiento, asumiendo responsabilidad para terminar
lo que hayas empezado?
Si tienes la tendencia a “tirar la toalla”, ponte unos
objetivos más bien pequeños que requieren que te expandas. Empieza por las
áreas que más te importan y luego, con algunas victorias “debajo del brazo”,
comienza a abordar otros campos de acción.
(2) ¿Encargarte de los asuntos pequeños?
¿Cada cuánto tiempo olvidas de hacer las cosas pequeñas?, las
cuales son grandes para los demás, como por ejemplo: olvidar aniversarios y
cumpleaños, no fregar los platos, no sacar la basura, no ir a ver a tu hijo
cuando juegue un partido de fútbol o no pasarlo bien con él, etc. Dice el
Señor: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras
buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre…” (Mateo 5:16).
(3) ¿Dar un paso adelante sin esperar que otro lo haga por
ti?
Muchos de nosotros estamos ante una decisión difícil y
seguimos aplazándolo. ¿Cuál es la tuya? ¿Por qué no actúas? Apunta tus motivos
para que comprendas claramente cuáles son. Ahora, escribe las ventajas de tomar
una decisión. Una vez que sepas en tu corazón lo que debes hacer, pídele a Dios
que te dé fuerzas, realízalo y mantente fiel a ello. Esto es tener
responsabilidad personal.
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