sábado, 1 de noviembre de 2014

Hebreos 7:14-19

Hebreos 7:14-19

Es evidente que nuestro Señor procedía de la tribu de Judá, respecto a la cual nada dijo Moisés con relación al sacerdocio.  Y lo que hemos dicho resulta aún más evidente si, a semejanza de Melquisedec, surge otro sacerdote que ha llegado a serlo, no conforme a un requisito legal respecto al linaje humano, sino conforme al poder de una vida indestructible.  Pues de Él se da testimonio: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.  Por una parte, la ley anterior queda anulada por ser inútil e ineficaz, ya que no perfeccionó nada.  Y por la otra, se introduce una esperanza mejor, mediante la cual nos acercamos a Dios.


Noé halló gracia delante de Dios.  Lot halló gracia delante de Dios.  Moisés halló gracia delante de Dios.  Rut halló gracia delante de Dios.  David halló gracia delante de Dios.  Josué halló gracia delante de Dios.  José halló gracia delante de Dios.  Pudiera seguir todavía más con esta lista pero creo que es claro que quiero hablar de la gracia del Señor.  Cuando Cristo vino, simplemente confirmó que la gracia de Dios es lo que ha abundado siempre.  Date cuenta de cuánto se menciona la gracia en el antiguo testamento.  La gracia es el único elemento para poder ser reconciliados con Dios.  El sacrificio era una forma gráfica de entender lo que el pecado hace y la forma en la que se tiene que pagar por ellos.  Piénsalo.  Los judíos estaban teniendo problemas para acomodar a Cristo dentro de su religión y sus parámetros.  El autor está aclarando cómo Cristo entra perfectamente dentro del plan de Dios.  Cómo su sacerdocio viene a reemplazar uno imperfecto por uno perfecto.  El sacerdocio era imperfecto porque no tenía la autoridad para perdonar los pecados sino que tenía que estar sacrificando animales constantemente.  Además, la gente no entendía que era la gracia y misericordia de Dios la que realmente los estaba perdonando.  Dios es amor.  La esencia misma del amor.  Cristo por consecuencia tiene las mismas características.  Él vino por amor.  Vivió por amor.  Murió por amor.  Resucitó por amor.  Siempre obedeciendo al que le envió.  De esta manera establece su nuevo sacerdocio.  Uno perfecto e incorruptible.  Dejando atrás cualquier situación de genealogía o incluso de posición económica para poder ofrecer sacrificios y tener “perdón de pecados”.  ¡Por eso hay esperanza!  Porque la ley anterior era ineficaz.  Ahora, cómo podemos evitar caer en la misma situación que los judíos de ese entonces e identificar lo que sucede hoy en día con lo que estamos aprendiendo de este pasaje.  Entendiendo que Cristo vino a establecer el único medio de comunicación entre nosotros y Dios.  Entendiendo que nuestras obras (como la ley anteriormente) son ineficaces.  Aceptando que solamente a través de la gracia podemos ser perdonados.  Entendiendo que no hay poder humano que pueda interceder por nosotros.  Cristo rompe con la línea del sacerdocio humano para establecer un nuevo sacerdocio que proviene de Dios.  Perfecto y eterno.

Oración

Señor: aquí estoy.  Humillado.  Reconociendo que tu gracia es maravillosa.  Reconociendo que Cristo es mi Señor y mi Salvador.  Te pido perdones mis pecados y pueda dar testimonio de la esperanza que tu nos das.  Gracias en el nombre de Jesús.  Amén

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