La muerte de Cristo nos muestra el cumplimiento de su propósito
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna.” Juan 3:16
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo
aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8
Al mirar a Cristo podemos decir sin ninguna duda que vivió
una vida con propósito, pues cumplió con el plan de salvación dispuesto por
Dios para la humanidad desde el mismo momento en que el hombre pecó en el
Jardín del Edén.
El plan de salvación diseñado por Dios consistía en que
Cristo fuera a la cruz para ser inmolado como el cordero de la propiciación
(Romanos 3:25; 1 Juan 2:2) para poder no solamente cubrir los pecados, sino
quitarlos completamente, haciendo referencia a lo dicho por Dios en Génesis
3:15 y a lo enseñado por Dios en Génesis 3:21, ese mismo plan fue profetizado
en el antiguo testamento en Isaías 53:1-12 y confirmado en el nuevo testamento
cuando Juan el bautista por revelación del Espíritu de Dios declara “He aquí el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29b)
Gracias a que Jesucristo logró vivir una vida con propósito
que culminó con el cumplimiento del plan de salvación establecido por Dios,
todo aquel que cree en Jesús puede volver a experimentar el amor de Dios por
medio de una relación personal de amor con Él. Por eso el apóstol Pablo
inspirado por el Espíritu Santo escribe en Efesios 5:2 “Y andad en amor, como
también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y
sacrificio a Dios en olor fragante.”
Cuando miramos a Cristo y su muerte en la cruz, podemos ver
el precio tan alto que pagó, pero sobre todo podemos ver su gran amor, ese
amor, que como Dios manifestó en Génesis, y como hombre ejecutó en la cruz.
Cristo cumplió su propósito y restauró esa relación con Dios que se había
perdido por causa de nuestro pecado, así que dispongámonos y empecemos a vivir con
propósito, correspondiendo así a ese gran amor expresado por Dios en Juan 3:16
y Romanos 5:8 y ejecutado por Cristo en la cruz. Oración.
«Amado Jesús, hoy quiero agradecerte por ese gran amor que me
has demostrado en la cruz, gracias porque al cumplir tu propósito me has
permitido experimentar tu gran amor, y ese amor me ha transformado, ayúdame con
tu Santo Espíritu a andar en Amor para alcanzar así también mi propósito de
vida y corresponder a tu amor. Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario