Generosidad
y amor
“Bienaventurado
el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová. Jehová lo
guardará, y le dará vida; será bienaventurado en la tierra, y no lo entregarás
a la voluntad de sus enemigos. Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor;
mullirás toda su cama en su enfermedad.” Salmos 41:1-3
Son grandes
y poderosas las promesas que Dios tiene para aquellos que hacen misericordia
con los más necesitados, esas personas que muy probablemente no van a poder
devolver o recompensar aquello que se les ha dado; dice la Palabra de Dios que
será bienaventurado, afortunado, bendecido, aquel que así haga.
¿Y tú,
piensas en el pobre, el cojo, el ciego, el manco? ¿Hacen ellos parte de tus
invitados a la boda, el banquete, el cumpleaños, la navidad?
Hermanos, es
momento de dejar de cuestionar a los demás por su situación económica, personal
o matrimonial, es algo que solo nos llevará a criticar y a juzgar; la palabra
de Dios sencillamente nos dice que proveamos, que ayudemos, que vistamos al
desnudo, demos de comer al hambriento, refugiemos al errante, saciemos al
afligido (Isaías 58:6-7); nos dice que si damos al pobre es a Dios mismo a
quien prestamos (Proverbios 17:19), como también nos dice que si despreciamos a
nuestro prójimo, pecamos (Proverbios 14:21).
Entonces,
decidamos lo mejor, proveer con generosidad y amor, que de lo demás se
encargará Dios. Oración.
«Dios bueno,
mi alma te alaba y te bendice por tu infinita misericordia, eres perfecto y no
te puedo cuestionar. Padre, te doy gracias por el sustento que me das cada día
en cada área de mi vida, y te pido que para tu gloria me permitas abundar en
toda obra de generosidad y amor, especialmente con las personas más
necesitadas, amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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