Creer en
Dios, como dice la Escritura
“El que cree
en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.” Juan
7:38
En esta
Palabra el Señor establece el principio fundamental de la verdadera fe, de esa
fe que nos conduce a nuestro Padre celestial, y es que ella nace, crece y se
fortalece solamente por la Palabra de Dios contenida en las Sagradas
Escrituras, “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”
(Romanos 10:17)
La Palabra
de Dios al decir: “El que cree en mí, como dice la Escritura,” establece para
todo aquel que quiera creer verdaderamente en Dios, la imperiosa necesidad de
conocer, escudriñar y entender las escrituras, por eso en su Palabra nos manda:
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ella tenéis la
vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí
para que tengáis vida.” (Juan 5:39-40)
El Pueblo de
Israel se apartó de Dios, su Palabra no obedeció y, anduvo en sus propios
pensamientos y deseos; idolatrando dioses paganos y por ello el Señor dice en
su Palabra a manera de lamento: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó
conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del
sacerdocio, y porque olvidaste la ley de Dios, también yo me olvidaré de tus
hijos.” (Oseas 4:6)
Asevera el
Señor que aquel que cree en Él, como dice la Escritura, “de su interior
correrán ríos de agua viva” porque Dios le promete que Él derramará agua sobre
el sequedal, y ríos sobre la tierra árida (Isaías 44: 3a), refiriéndose a lo
que hará en aquel que Dispone su corazón para con Dios.
Alleguémonos
al Señor de todo nuestro corazón, oigamos y escudriñemos su Palabra
fortaleciendo con ello nuestra fe, nuestra confianza y nuestra esperanza en Él
y veremos cumplida su promesa que nos dice: “Y el Señor te guiará
continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus
huesos; serás como huerto regado y como manantial cuyas aguas nunca faltan.”
(Isaías 58:11). Oración.
«Padre
nuestro que estás en los cielos, te damos gracias porque a través de Cristo
Jesús tú nos has revelado el camino, y la verdad, y la vida que nos llevan a ti
Señor y ese camino, esa verdad y esa vida están contenidos en las sagradas
escrituras que a manera de testamento nos dejaste, y que ahora es nuestra
herencia incorruptible, porque el testador murió en la cruz del calvario
dándole con ello validez al testamento y haciéndonos, a quienes en Él hemos
creído, herederos efectivos de toda su riqueza celestial. Amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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