Proverbios 10:12
El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas.
Primero debes entender lo que significa rencillas. Según la Real Academia Española, significa: cuestión o riña que da lugar a un estado de hostilidad entre dos o más personas. En otras traducciones como la Nueva Versión, utilizan la palabra disensión, la cual significa: contienda, riña o altercación. También resulta interesante la definición de odio: antipatía y aversión hacia algo o alguien cuyo mal se desea.
¿Te suena familiar este sentimiento?
Todos nos hemos visto envueltos en la explosividad del odio. No creo que exista una sola persona que no haya tenido un momento de coraje y furia transformándose en odio. Así somos. Es más fácil odiar que amar. En general pienso que casi siempre es más fácil hacer lo malo que lo bueno pero ese es asunto de otro día. ¿Qué tiene de importante este proverbio? ¿Para qué sirve memorizarlo y analizarlo?
En este año, he asistido a varios cursos para mejorar mi desempeño laboral. El patrón más importante que he aprendido (¡y el que más me hace falta!) es la disciplina. De igual forma, pienso que si lo trasladamos a nuestra vida en Cristo, la disciplina es nuestro mejor aliado.
Con disciplina, todo tiene un orden. Primero estableces tus metas y en el caso espiritual también lo podemos hacer y aquí es donde el versículo entra en acción. No puedes ir por el mundo tratando de agradar a Dios sin ningún plan, sin ninguna estrategia: sin disciplina. No puedes andar pensando que no vas a odiar a nadie así nada más por haber leído estas palabras. Tal vez y estés pensando: pues así he estado todo este tiempo. Es hora de hacer las cosas bien. La disciplina en Cristo entra cuando quieres ser un buen siervo y entregar tu vida a Dios. ¿Cómo la quieres entregar? ¿Al 10, 20 o 100 por ciento? Yo pensaría que al cien.
El odio es un sentimiento que debe atacarse con disciplina, con una estrategia. No puedes tener éxito contra el odio si no estás preparado. Si recuerdas la última vez que hayas tenido este sentir contra alguien o algo, podrás percatarte del poco control que tuviste sobre él, pero el amor cubre todas las faltas. El amor es la herramienta principal que tienes contra el odio. En la televisión, los libros y los consejos en general te dicen que está bien que odies a algunas personas y para “aliviarte” te recomiendan varias actividades. La Biblia no dice eso. La Biblia dice que para salir del odio es necesario amar.
Hoy quiero animarte a meditar sobre el odio en tu vida y tu forma de tratar con él, animarte a tener disciplina memorizando versículos como éste para estar preparado en situaciones futuras y poder reaccionar mejor, meditando pasajes de la Palabra de Dios, hasta que sus principios se vuelvan un hábito y no un evento forzado. Entiende que el odio causa conflictos, problemas, enemistades y no tiene ningún beneficio para ti más que destrucción. Por el contrario, el amor es constructivo. Ahora conoces las consecuencias del odio y la forma de evitarlo: en amor. Te corresponde tomar una decisión al respecto sobre cómo atacarás este sentimiento hoy y en ocasiones futuras…
Oración
Señor: creo que no había puesto atención al odio en mi vida. Lo había hecho a un lado y pensaba que no estorbaría en mi relación contigo. Gracias por mostrarme que no es así y que además lo único que causa son mayores conflictos. Te pido que pongas el amor en mi corazón para poder sacar el odio que hay en mí. Te pido que pueda grabar estas palabras y utilizarlas siempre. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén
El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas.
Primero debes entender lo que significa rencillas. Según la Real Academia Española, significa: cuestión o riña que da lugar a un estado de hostilidad entre dos o más personas. En otras traducciones como la Nueva Versión, utilizan la palabra disensión, la cual significa: contienda, riña o altercación. También resulta interesante la definición de odio: antipatía y aversión hacia algo o alguien cuyo mal se desea.
¿Te suena familiar este sentimiento?
Todos nos hemos visto envueltos en la explosividad del odio. No creo que exista una sola persona que no haya tenido un momento de coraje y furia transformándose en odio. Así somos. Es más fácil odiar que amar. En general pienso que casi siempre es más fácil hacer lo malo que lo bueno pero ese es asunto de otro día. ¿Qué tiene de importante este proverbio? ¿Para qué sirve memorizarlo y analizarlo?
En este año, he asistido a varios cursos para mejorar mi desempeño laboral. El patrón más importante que he aprendido (¡y el que más me hace falta!) es la disciplina. De igual forma, pienso que si lo trasladamos a nuestra vida en Cristo, la disciplina es nuestro mejor aliado.
Con disciplina, todo tiene un orden. Primero estableces tus metas y en el caso espiritual también lo podemos hacer y aquí es donde el versículo entra en acción. No puedes ir por el mundo tratando de agradar a Dios sin ningún plan, sin ninguna estrategia: sin disciplina. No puedes andar pensando que no vas a odiar a nadie así nada más por haber leído estas palabras. Tal vez y estés pensando: pues así he estado todo este tiempo. Es hora de hacer las cosas bien. La disciplina en Cristo entra cuando quieres ser un buen siervo y entregar tu vida a Dios. ¿Cómo la quieres entregar? ¿Al 10, 20 o 100 por ciento? Yo pensaría que al cien.
El odio es un sentimiento que debe atacarse con disciplina, con una estrategia. No puedes tener éxito contra el odio si no estás preparado. Si recuerdas la última vez que hayas tenido este sentir contra alguien o algo, podrás percatarte del poco control que tuviste sobre él, pero el amor cubre todas las faltas. El amor es la herramienta principal que tienes contra el odio. En la televisión, los libros y los consejos en general te dicen que está bien que odies a algunas personas y para “aliviarte” te recomiendan varias actividades. La Biblia no dice eso. La Biblia dice que para salir del odio es necesario amar.
Hoy quiero animarte a meditar sobre el odio en tu vida y tu forma de tratar con él, animarte a tener disciplina memorizando versículos como éste para estar preparado en situaciones futuras y poder reaccionar mejor, meditando pasajes de la Palabra de Dios, hasta que sus principios se vuelvan un hábito y no un evento forzado. Entiende que el odio causa conflictos, problemas, enemistades y no tiene ningún beneficio para ti más que destrucción. Por el contrario, el amor es constructivo. Ahora conoces las consecuencias del odio y la forma de evitarlo: en amor. Te corresponde tomar una decisión al respecto sobre cómo atacarás este sentimiento hoy y en ocasiones futuras…
Oración
Señor: creo que no había puesto atención al odio en mi vida. Lo había hecho a un lado y pensaba que no estorbaría en mi relación contigo. Gracias por mostrarme que no es así y que además lo único que causa son mayores conflictos. Te pido que pongas el amor en mi corazón para poder sacar el odio que hay en mí. Te pido que pueda grabar estas palabras y utilizarlas siempre. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén
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