EL SABIO LOS ESCUCHA Y AUMENTA SU SABER.” (Proverbios 1:5)
El Crecimiento En La Vida Cristiana
Si hablamos de crecer, Jesús es nuestro ejemplo. La Biblia
nos dice que “Él crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y
los hombres” (Lucas 2:52). Para disfrutar del favor de Dios y de los demás,
tienes que crecer espiritual, mental y emocionalmente.
Para ello tendrás que hacer lo siguiente:
1) Nunca dejes de aprender.
Todas las experiencias de la vida, hasta las más
desagradables, nos aportan un conocimiento que puede hacer que nuestro futuro
sea mejor que nuestro presente. Pero tienes que procurar ese conocimiento. Una
de las desventajas de Internet y de los teléfonos inteligentes es que con ellos
estás continuamente recibiendo información que no procesas y de la que no
aprendes nada. En lugar de dejar que la vida “transcurra” sin más, necesitas
detenerte y preguntar: ‘¿Qué está pasando aquí?’ ‘Estoy oyendo esto pero ¿qué
significa?’. Eres cuerpo, alma y espíritu, así que debes cuestionarte: ‘¿Estoy
física, mental, emocional y espiritualmente sano?’ Nadie puede responder a esa
pregunta por ti y por Mi
2) No dejes nunca de desarrollar tus talentos.
Cuando le preguntaron a uno de los mejores violinistas del
mundo, ya anciano, por qué seguía practicando de seis a ocho horas diarias, su
respuesta fue: ‘Porque creo que estoy mejorando’. ¡Qué actitud tan fabulosa! No
basta con vivir muchos años; tienes que mejorar con ellos. Pablo le dijo
Timoteo: “Te aconsejo que avives él. Don de Dios que está en ti” (2 Timoteo
1:6). Wesley Tracy afirmó: “Algunos creen que poner en práctica su don
espiritual es pasar la vida haciendo únicamente las cosas que se les dan bien y
para las que no necesitan esfuerzo, disciplina o práctica. Pero no es así; tu
don puede ser o bien mediocre o excelente; depende de ti y de Mi
“CUANTO MÁS CREZCAN DE ESTA MANERA, MÁS PRODUCTIVOS Y ÚTILES
SERÁN.” (Pedro 1:8
Analicemos otros dos aspectos del crecimiento:
1) No crezcas solamente en conocimiento, sino también en
carácter.
Porque Dios está más interesado en tu carácter que en tu
carrera; el éxito sin carácter podría acabar perjudicándote, a ti y a los que
te rodean. La Biblia dice: “Precisamente por eso, esforzaos por añadir a
vuestra fe, virtud; a vuestra virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio
propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la
devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque estas
cualidades, si abundan en vosotros, os harán crecer en el conocimiento de
nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que seáis inútiles e improductivos” (2
Pedro 1:5-8 Fíjate que dice “esforzaos”;
Es decir, tienes que empeñarte en ello.
2) Mantente siempre “actualizado”.
Se cuenta de un pastor en un medio rural que estaba
predicando, cuyas notas se las llevó el aire por la ventana y una vaca se las
comió. ¡Tres días más tarde la vaca se secó! ¿Te das cuenta? No pierdas nunca
el hambre y la sed de nuevas cosas. Jesús dijo: “Bienaventurados los que tienen
hambre y sed de justicia, porque serán saciados” (Mateo 5:6). En última
estancia, tu destino no está determinado por tus talentos, sino por tu deseo de
llevarlo a cabo. Uno de los mejores cumplidos de Pablo fue para los creyentes
de la iglesia de Tesalónica: “Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios por
vosotros, como es justo, porque vuestra fe se acrecienta cada vez más y más, y
en cada uno de vosotros sigue abundando el amor hacia los otros” (2
Tesalonicenses 1:3.¡Que se pueda decir lo mismo de ti y de Mi.
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