lunes, 3 de marzo de 2025

Redimir el tiempo.

 


Redimir el tiempo.

“Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.”, Colosenses 4:5

Redención es un término que bíblicamente significa “comprar” o “pagar un rescate” y se refiere explícitamente a “liberación de la esclavitud o la servidumbre mediante el pago de un precio.”. Históricamente se usó esta palabra para comprar la libertad de un esclavo. En Jesucristo está la plenitud del cumplimiento de esta redención ofrecida: “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.” (Colosenses 1:14) y Gálatas 3:13a que dice que: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición”

Pero actualmente, hemos escuchado esta palabra, por ejemplo, cuando se redime un cupón o se redimen puntos acumulados. Referido a hacer uso de algo que está sin uso o liberar su uso.

Según expertos en lingüística, el verbo «redimir» no es adecuado en este contexto, ya que implica una liberación o rescate, no un simple intercambio o canje.

Entonces esta palabra se usa para algo mucho más profundo, sin embargo leemos en la Biblia lo siguiente: “Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo” (Colosenses 4:5), como vemos este versículo se refiere al tiempo; y ya sabemos que cuando se habla de “redimir” algo, se trata también de utilizarlo para algo provechoso y de cambiar su uso vano por un uso adecuado.

De alguna manera cuando no usamos bien el tiempo, el tiempo es vano o inútil. Nuestro tiempo está esclavo de actividades inútiles o vanas que lo consumen, pues todo tiene un tiempo oportuno (Eclesiastés 3:1).

Así que, cuando se habla de redimir el tiempo se refiere a “comprar tiempo”, pero más relacionado al contexto bíblico se trata de aprovechar el tiempo al máximo ¿Por qué razón? “porque los días son malos”, el enemigo avanza mientras nosotros los hijos de la luz no podemos estar dormidos, es decir se trata de ir y cambiar la manera en que antes hacíamos una cosa y ahora hacerla como Cristo la haría: Viviendo sabiamente entre los que no creen en Jesús y aprovechando al máximo cada oportunidad con sabiduría para anunciarles a Cristo.  Oración.

«Gracias amado Jesús, antes perdía mi tiempo en cuestiones necias que no edificaban, pero ahora en todo lo que hago quiero ser guiado por tu Espíritu; aun las cosas más comunes en tus manos se convierten en propósito, son redimidas para gozar plenamente de la libertad que me has dado para gloria del Padre, en el poder del Espíritu Santo. Amen

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