El Amor de Cristo trae plenitud
“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro
Señor Jesucristo… para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin
de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender
con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la
altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para
que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.” Efesios 3:14, 17-19
La filosofía plantea grandes preguntas como ¿de dónde vengo?,
¿por qué estoy aquí en la tierra? y ¿para dónde voy?, Cristo da respuesta a
estas preguntas llevándonos a comprender nuestro pasado, otorgándole valor a
nuestro presente y dándole esperanza a nuestro futuro, gracias a su amor.
Hoy muchos viven vidas desesperadas, algunos porque no logran
alcanzar sus sueños, otros porque a pesar de alcanzarlos, estos no pueden
satisfacerlos por completo, y otros más porque no tienen sueños; sea cual sea
la situación, la realidad es que solamente en el amor de Cristo se puede tener
completa plenitud de vida, pues en su amor podemos encontrar la plenitud de
Dios.
Conocer el amor de Cristo implica intimidad, no solamente un
conocimiento intelectual, y esa intimidad se da por medio de la comunión con el
Espíritu Santo, quien se encarga de revelarnos el gran amor de Dios. Así, el
Espíritu Santo, quien en esa comunión nos va convirtiendo en testigos del amor
de Cristo, nos empieza a transformar, llenándonos de la plenitud de Dios, lo
cual nos lleva a vivir vidas significativas.
El Apóstol Pablo llegó a entender por revelación divina la
importancia de conocer el amor de Cristo, por eso escribe en su carta a la
iglesia de Éfeso que doblaba sus rodillas pidiendo a Dios que podamos
comprender la magnitud del amor de Cristo, pues así podremos encontrar la
plenitud en nuestras vidas al ser llenos de la plenitud de Dios.
Esa misma plenitud le permitió a Pablo entender que el amor
de Cristo que es Eterno fue el que nos creó, y que ese mismo amor es el que nos
permite tener un propósito en la vida y nos da seguridad y esperanza para el
futuro. Así que hermanos, pidamos al Padre que al igual que Pablo al
convertirnos en testigos de su Amor seamos llenos de toda su plenitud. Oración.
«Padre amado, te pido que tu Santo Espíritu me lleve a
comprender ese gran amor de Cristo, el cual excede todo conocimiento, pues
quiero ser lleno de toda tu plenitud, para que así pueda vivir una vida
significativa. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario