Cristo trae esperanza para mi futuro
“De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y
lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes,
vuestra tristeza se convertirá en gozo. La mujer cuando da a luz, tiene dolor,
porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se
acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.
También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará
vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo. En aquel día no me
preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al
Padre en mi nombre, os lo dará.” Juan 16:20-23
Al enterarme que mi mamá había muerto de manera repentina en
su viaje de vacaciones, quedé abrumado, puedo decir que solo Dios pudo colocar
paz en mi corazón, pues me permitió comprender, que ella como creyente, había
pasado a un mejor lugar y que estaba en el cielo junto al Señor, esa verdad
trajo consuelo a mi vida, sin embargo en varias ocasiones soñé con ella, que
estaba viva, y aunque en el sueño sabía que ella había fallecido, la felicidad
que experimentaba era tal, que no preguntaba cómo había regresado, pues lo
único que quería era disfrutar ese momento.
Esta experiencia me hizo acordar lo que Jesús le dijo a sus
discípulos anticipándose al dolor que experimentarían al verlo morir en la
cruz, pero también al gozo que vendría a ellos a causa de su resurrección,
dándoles esperanza para afrontar los momentos difíciles que vivirían,
recordándoles que todo Lo que pidieran al Padre en su nombre, Él se los daría
(Juan 16:20-23). Ya en el momento cuando los discípulos tuvieron su encuentro
con Cristo resucitado se cumple lo que se les había dicho, y se llenan de un
gozo que nadie les podía quitar (Lucas 24:39-43), además Jesús les abre el
entendimiento y les recuerda la promesa del Espíritu Santo (Lucas 24:44-49).
Gracias a la resurrección de Cristo, tenemos la certeza que
nada hay imposible para Dios, y que Él puede cambiar la tristeza por gozo pues
nos ha dado su Santo Espíritu, Él es quien después de lo acontecido con mi
madre me permitió tener una esperanza, de saber que algún día la volvería a
ver, en el cielo, por lo cual puedo decir que la resurrección de Cristo trajo
esperanza para mi futuro. Así que hermanos, estemos seguros que en Cristo y
gracias a su resurrección podemos encontrar esperanza aun en medio de la
circunstancia más difícil. Oración.
«Señor Jesús, gracias porque tu resurrección ha traído
esperanza a mi vida, ahora puedo tener paz al pensar en mi futuro, sabiendo que
ahí, tu Santo Espíritu me acompañará. Amén.
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