Poder para perdonar
“Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo
lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en
presencia de Cristo, para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros;
pues no ignoramos sus maquinaciones.” 2 Corintios 2:10-11
“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro
enojo, ni deis lugar al diablo.” Efesios 4:26-27
El enojo, la falta de perdón o la ira prolongada, dice la
Palabra, que son puerta de entrada a nuestro corazón de nuestro enemigo
Satanás. Si bien podemos tener momentos de exasperación por cuanto las
emociones y los sentimientos de este tipo hacen parte de nuestra naturaleza, lo
que dice el Señor es que no debemos permanecer en ellos por mucho tiempo y
mucho menos actuar bajo sus efectos.
La instrucción clara y precisa que nos da la Palabra de Dios
en estos casos, para que guardemos nuestro corazón y nuestras relaciones de las
maquinaciones del enemigo, es que nos mantengamos firmes en nuestra fe (Efesios
6:16, 1 Pedro 5:8-9). Muy probablemente nosotros de antemano conocemos cuál es
la voluntad de Dios para estos momentos, sabemos y entendemos que el Señor nos
llama a perdonar y no a mantenernos enojados, de hecho su Palabra en Mateo 6:12
expresa “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a
nuestros deudores.”
Hermanos, el Señor cada día renueva su misericordia con
nosotros, Él por Jesucristo y desde la eternidad ha decidido perdonar cada una
de nuestras ofensas y pecados, y dice su Palabra que de la misma manera en que
Él nos ha perdonado a nosotros en Cristo, debemos también perdonarnos unos a
otros y ser misericordiosos, pues si Él nos perdonó una deuda tan grande que
para nosotros era imposible de pagar, ¿cómo nosotros no hemos de perdonar a
nuestro prójimo una deuda que en comparación es mucho más pequeña? (Efesios
4:31-32, Mateo 18:21-35).
“Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces
perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te
digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.” Mateo 18:21-22. Hermano,
no permitas que endureciendo tu corazón a la Palabra de Dios, Satanás tome
ventaja, mejor, sométete a Dios, resiste al diablo y él huirá de ti (Santiago
4:7). Oración.
«Padre, sé que en mí no está el perdonar a mi hermano las
veces que él me pueda ofender, realmente no es mi deseo ni lo que siento, pero
sé que es tu voluntad y más aún, es lo que Tú haces conmigo diariamente, por
eso hoy me rindo ante ti reconociendo y sabiendo que solo el poder de tu fuerza
me fortalece para sentir y hacer según tu Palabra me dice, amén.
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