sábado, 15 de noviembre de 2025

El amor, rasgo fundamental del carácter de Cristo

 


El amor, rasgo fundamental del carácter de Cristo

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8

Cuando miramos a Jesús, en el momento más difícil de su vida, estando en la cruz, lo que vemos que salió de él fue amor, por eso ante la injusticia, las calumnias, los maltratos, las burlas pudo decir: «¡Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen!» (Lucas 23:34). Mostrándonos que podemos perdonar, gracias al amor como dice 1 Pedro 4:8 “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.”

Jesús estando en la cruz, tuvo tiempo de demostrar su amor por un pecador arrepentido y ante la súplica del ladrón su respuesta fue: «En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso.» (Lucas 23:43).

Enseñándonos que aún en las circunstancias más adversas que tengamos que atravesar, podemos, por amor. ayudar a quien lo necesite, y la mejor forma de hacerlo es compartiendo del gran amor de Cristo.

Aun en esa situación tan difícil en la cruz, donde Jesús se estaba desangrando, estaba sufriendo y se estaba muriendo, pudo tener cuidado de su madre y su amigo expresando por amor «Mujer, he ahí tu hijo. He ahí tu madre.» (Juan 19:26-27). Recordándonos que el amor nos lleva siempre a pensar en los demás, y una manera práctica de demostrar amor, es seguir sirviendo a los demás, a pesar de las situaciones que estemos atravesando.

En la vida hay períodos difíciles, situaciones que nos llevan a estar bajo presión, circunstancias que generan estrés y nos conducen a reaccionar de diferentes maneras, así que preguntémonos ¿Cómo estamos reaccionando y qué está saliendo de nosotros cuando enfrentamos dichas circunstancias difíciles? Por ejemplo cuando somos tratados injustamente, ¿Cómo es nuestra reacción?, cuando nos maltratan y calumnian ¿Cómo respondemos?, ¿tratamos igual o peor a las personas que nos ofenden?

Hermanos, pidamos a Dios que su Santo Espíritu forme en nosotros el carácter de su Hijo, para que al igual que Jesús, cuando la vida nos ponga bajo presión, de nuestro interior lo que brote sea el amor de Dios, ese amor que llevó a Cristo a morir para salvar a los pecadores que en Él creyesen como dice Romanos 5:8.    Oración.

«Amado Jesús, gracias por tu gran amor, gracias por morir por mí en la cruz, gracias porque aunque no lo merecía, fuiste capaz de dar tu vida para que yo tuviera una nueva vida, una vida abundante, una vida que es eterna, tu vida. Amen.

viernes, 14 de noviembre de 2025

Los evangelios nos revelan el carácter del Hijo

 


Los evangelios nos revelan el carácter del Hijo

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.” Romanos 1:16

“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” Juan 14:26

La palabra evangelio significa buenas nuevas, o buenas noticias, y estas buenas noticias o estas buenas nuevas hacen referencia a Cristo, pues las buenas noticias para la humanidad son que en Jesús hay perdón de pecados, salvación y vida eterna. Los evangelios nos muestran la preexistencia de Cristo, su nacimiento, vida, ministerio, obra, muerte y resurrección, nos revelan su carácter, y nos permiten ver el propósito de Dios para la humanidad por medio de su amado Hijo.

Los evangelios nos revelan claramente la ejecución del plan de salvación por parte de Dios para los hombres mediante la obra de Cristo en la cruz, con lo cual podemos apreciar esa vida con propósito que vivió Jesús, una vida que marcó un antes y un después, a tal punto que partió la historia de la humanidad en dos, por eso hoy podemos decir que estamos en el año 2025 después de Cristo.

Pero el impacto de Jesucristo no solo fue en la historia, sino en la vida de cada ser humano que se entrega por medio de la fe a Él, y sigue siendo tal, que hoy muchas personas que se encuentran vacías, sin esperanza, sin rumbo, desesperadas y angustiadas, encuentran en Jesús la solución para sus vidas, y es gracias al poder del evangelio que el mensaje de Cristo sigue llegando hasta lo último de la tierra, y sigue transformando la vida de la gente que por medio de la fe reciben a Jesús como Señor y Salvador.

Ahora bien es importante que sigamos compartiendo el evangelio, pues ahí se nos revela Cristo, su carácter, ese carácter que le permitió pasar por encima de las duras circunstancias que tuvo que afrontar, y que hoy a nosotros los creyentes al haber creído en Él, nos permite afrontar la vida de manera diferente, gracias a la nueva vida que es la de Cristo en nosotros. Por eso a medida que leamos y estudiemos los evangelios, el Espíritu Santo irá desarrollando el carácter de Cristo en nosotros para conformarnos a la imagen de Jesús.    Oración.

«Señor Jesús, gracias por tu Palabra, por el poder del evangelio, por medio del cual te revelas a nuestras vidas, gracias por tu Santo Espíritu, quien nos recuerda todo lo que tú has dicho, y nos transforma a tu imagen, desarrollando en nosotros tu carácter. Amen.

jueves, 13 de noviembre de 2025

Cristo nos permite tener el carácter del Padre

 


Cristo nos permite tener el carácter del Padre

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” Juan 1:12-13

Dios entregó las tablas que contenían los diez mandamientos a Moisés en el monte Sinaí, estos mandamientos estaban escritos por el propio dedo de Dios, indicándonos su importancia, y mostrándonos el designio que sería cumplido gracias a la obra de Cristo en la vida de cada creyente: que no fueran sólo mandamientos externos, sino que fueran parte del carácter de sus hijos, por eso es que en Ezequiel 36:26-27 Dios nos dice: “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.”

Esta verdad se cumple en la vida de todo aquel que recibe a Cristo como Señor y Salvador, pues es una promesa dada por Dios para todos los creyentes, y es maravilloso porque al creer en Cristo y en su obra de amor demostrada en la cruz y al recibirlo en nuestras vidas, se nos da el privilegio de ser adoptados como hijos de Dios.

Por lo tanto por la fe en Cristo somos hechos semejantes a Él, somos identificados con Él, se nos da su Santo Espíritu y también su carácter, para que ahora esos mandamientos se vuelvan parte integral de nuestras vidas formando nuestro carácter como creyentes.

Ahora bien, por el poder de la Palabra de Dios, al estudiar el carácter de Cristo, el Espíritu Santo nos llevará a que por amor vivamos esos mandamientos que ahora están escritos en las tablas de nuestro corazón para que los pongamos por obra.

“Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.” Romanos 13:9-10. Por lo tanto hermanos, para apreciar ese cambio que trae la nueva vida en Cristo debemos comprender que es gracias a su amor que ahora tenemos un nuevo corazón que es el de Cristo latiendo en nosotros, por medio de su Santo Espíritu, quien anhela derramar su amor a través nuestro y por ende cumplir la ley amando a Dios y al prójimo.   Oración.

«Padre Dios, gracias por tu amado Hijo Jesús, mi Señor y Salvador, quien me ha dado su vida, vida que refleja tu carácter, gracias porque ahora en Cristo Jesús y por la obra de tu Santo Espíritu puedo reflejar tu amor en mi diario vivir. Amen.

miércoles, 12 de noviembre de 2025

Cristo cumplió la Ley, manifestando el carácter del Padre

 


Cristo cumplió la Ley, manifestando el carácter del Padre

“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.” Mateo 5:17

“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.” Mateo 22:37-40

La Palabra de Dios testifica que Jesús nunca pecó, y así lo afirma 1 Pedro 2:22-23 «el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca»; también lo dice 1 Juan 3:5 «Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él»; y como lo declara Hebreos 4:15 «Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.»

Es maravilloso saber que nuestro Señor Jesucristo nunca pecó, por lo cual podemos afirmar que nunca transgredió la ley, pues como se nos enseña en 1 Juan 3:4 «Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.» Entonces debido a que Jesús nunca pecó, nunca transgredió la ley. Así que podemos estar seguros que la afirmación de Jesús que quedó consignada en Mateo 5:17 se cumplió a cabalidad, pues según sus propias palabras Él no había venido para abrogar la ley o los profetas, sino que había venido a cumplirlos.

Y es que al mirar y estudiar la vida de Jesús nos damos cuenta que Él cumplió la ley y los profetas, pues su vida fue una manifestación del amor de Dios, un reflejo del carácter del Padre. Jesucristo resumió toda la ley y los profetas en dos mandamientos, los que encontramos en Mateo 22:37-40, de ahí que el apóstol Pablo inspirado por el Espíritu Santo declara en Romanos 13:8-10 “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.” Por eso hermanos, ahora en Cristo podemos cumplir la ley, pues en Cristo aprendemos a vivir en amor reflejando así el carácter del Padre.    Oración.

«Señor Jesús gracias por tu amor demostrado en tu obediencia al Padre, gracias por hacer la voluntad de Dios cumpliendo esa maravillosa obra de salvación en la cruz, gracias porque tú nos muestras al Padre y nos llevas a tener su carácter. Amen.

martes, 11 de noviembre de 2025

El carácter del Padre nos permite comprender la Justicia de Dios

 


El carácter del Padre nos permite comprender la Justicia de Dios

“Dios es juez justo, y Dios está airado contra el impío todos los días.” Salmos 7:11

«Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.» 2 Corintios 5:21

Así como el amor es un rasgo característico del carácter del Padre, su justicia también lo es, y así como sus mandamientos nos dejan ver su amor, éstos también nos permiten conocer su justicia. El término justicia tiene varios sinónimos que nos permiten entender un poco mejor su significado, algunos son: rectitud, imparcialidad, equidad, honradez, razón, moralidad, ley; pero en cuanto a la justicia de Dios, es a través de la lupa del amor que podemos entender un poco más acerca de este rasgo del carácter de Dios.

Al referirnos a la lupa del amor, estamos hablando de apreciar la justicia de Dios teniendo presente también su carácter de amor, es decir podemos darnos cuenta, por ejemplo en los mandamientos de Dios, cómo éstos nos permiten ver los aspectos morales que deben regir al hombre, y que al estar dados como ley, deben cumplirse, pero como vimos en devocionales anteriores, estos mandatos fueron dados por amor, para que al cumplirlos el hombre refleje ese carácter de amor de Dios.

Además Romanos 7:12 dice «De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, y justo, y bueno», por eso cuando estos mandamientos son quebrantados entonces se levanta la voz de Dios defendiendo al amor, porque al infringir sus mandamientos se está ofendiendo al amor, y por lo tanto demanda justicia, por eso el Salmo 7:11 declara: “Dios es juez justo, y Dios está airado contra el impío todos los días”, pero su Santo Espíritu nos revela en Efesios 2:4-5 «Pero Dios, quien es rico en misericordia, a causa de su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo. ¡Por gracia sois salvos!” y aquí vemos en acción la justicia y el amor de Dios, pues es gracias a Cristo, que se satisface la justicia de Dios, y por amor, esa justicia nos es imputada a los creyentes como dice 2 Corintios 5:21 «Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.» Así que hermanos, estemos agradecidos con Dios, pues ahora en Cristo Jesús podemos cumplir los mandamientos de Dios, reflejando su amor y también su justicia.   Oración.

«Padre Dios, gracias por tu inmenso amor, ese amor eterno que en Cristo se manifestó, y que gracias a su obra de amor satisfizo tu justicia, para que al creer en Él pudiéramos ser hechos tus hijos, teniendo en nosotros también ese carácter justo y amoroso que tú tienes. Amen.

lunes, 10 de noviembre de 2025

El carácter amoroso del Padre con Israel y con la humanidad

 


El carácter amoroso del Padre con Israel y con la humanidad

“Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios. Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba. Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.” Oseas 11:1-4

Es maravilloso ver el carácter de amor del Padre Dios por su pueblo Israel, y muy triste observar cómo su pueblo, en muchas ocasiones no correspondió a su amor, el libro de Oseas 11:1-4 nos deja claro cuánto amor expresa Dios a su pueblo al decirle “Cuando Israel era muchacho, yo lo amé” y nos deja ver cómo los trataba como a hijos, pues enseguida declara “y de Egipto llamé a mi hijo” en contraste dice de su pueblo “Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios”, es como si esos mandamientos de Dios, dados en el monte Sinaí, hubieran entrado por un oído y salido por el otro, “No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen … No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios” fue algo que se les olvido, o peor aún, que sabiéndolo no les importó, sin embargo podemos ver ese carácter de amor de Dios cuando dice: “Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba”, no se dieron cuenta que prácticamente esos mandamientos de amor, tenían la finalidad de protegerlos para que su corazón no se desviara tras dioses que no son dioses; pero a pesar de que Dios como un buen Padre les enseñaba y los cuidaba, ellos como un hijo rebelde se alejaban.

Sin embargo, Dios con todo seguía tratando de atraerlos con amor, por eso dice “Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.” Y eso es lo hermoso de Dios, de su carácter, que de igual forma hizo con nosotros y con la humanidad, pues su amor es tan grande que fue capaz de dar a su Hijo amado como pago por nuestros pecados para salvarnos (Juan 3:16), y atraernos con la cuerda de amor más grandiosa hacia Él: la entrega de la vida de Jesús en la cruz, así que hermanos correspondamos al amoroso carácter de Dios y dejemos que su Santo Espíritu desarrolle el carácter de Cristo en nosotros.    Oración.

«Padre Dios, gracias por tu gran amor, gracias por atraerme a ti con la cuerda de amor más maravillosa: la obra de tu hijo Jesús en la cruz, gracias por adoptarme como tu hijo, darme tu perdón, tu vida, tu identidad y un propósito para vivir, gracias por amarme. Amen.

domingo, 9 de noviembre de 2025

El amor del Padre en el Hijo, refleja el carácter de Dios

 


El amor del Padre en el Hijo, refleja el carácter de Dios

 “Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.” Mateo 17:5

“Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” Juan 15:9-10

“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” Juan 14:21

El testimonio registrado en el libro de Mateo 17:5 cuando el Padre Celestial se revela, declarando el amor y la complacencia por su Hijo Jesús, nos muestra una vez más, ese carácter amoroso de Dios como Padre, que precisamente influyó en el carácter de su Hijo, como podemos verlo a través de los evangelios. Ahora bien, Jesús mismo confirmó ese gran amor de su Padre Dios manifestado en su vida, por eso declara en Juan 15:9 “Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor” y nos indica en el versículo siguiente, precisamente lo que Dios por medio de los mandamientos de Dios se conoce el carácter del Padre, tal como dice Juan 15:10 “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” De ahí la importancia de seguir el ejemplo que nos muestra Jesús de obedecer los mandamientos de Dios.

Podemos ver entonces cómo el amor del Padre se ve reflejado en el Hijo, y se manifiesta en su carácter por medio de la obediencia a los mandatos de Dios, y precisamente esa es la invitación que nos hace Jesús al decirnos: “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” Juan 14:21.

Hermanos, qué grandiosa revelación la que nos está dando Dios, mostrándonos que sus mandamientos son el reflejo del carácter amoroso como Padre Celestial, y la presencia de Cristo en nuestras vidas por medio de su Santo Espíritu nos lleva a obedecer sus mandamientos.   Oración.

«Padre Dios, deseo ver la manifestación de Cristo en mi vida, su expresión en mí, por eso te pido que desarrolles ese carácter de tu amado Hijo en mi vida y que por el poder de tu Santo Espíritu me lleves a obedecer por amor tus mandamientos. Amen.

sábado, 8 de noviembre de 2025

Lo que ofrece el mundo

 


Lo que ofrece el mundo

“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.” 1 Juan 2:16

El mundo en la Biblia hace referencia al sistema caí­do, como consecuencia del pecado, hostil a Dios y que sigue su propia sabiduría, viviendo a la luz de su propia razón sin reconocer la Fuente de toda la verdad, vida e iluminación.

Este mundo intentará hacerte creer que necesitas satisfacer tus propios deseos, te creará necesidades que no tienes y te empujará a que te enfoques en ti mismo y no en Cristo.

El mundo caído tiene como características predominantes el orgullo y la codicia. El primero quiere llevarnos a que no reconozcamos nuestro estado y necesidad de Dios, el segundo quiere empujarnos a desear y poseer todo lo que resulta atractivo a nuestros sentidos físicos, como sucedió en el paraíso: “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella.” (Génesis 3:6).

Además del orgullo y la codicia, el mundo quiere llevarnos a una falsa religión basada en el legalismo, el ascetismo y el ritualismo como débiles sustitutos de la verdadera adoración a Dios que debe ser en Espíritu y verdad (Juan 4:23-24); estos elementos de una falsa comunicación con Dios conducen a la esclavitud de la conciencia por medio de rudimentos y tradiciones humanas (Gálatas 4:9-10).

Pero nosotros, los creyentes en Jesús, tenemos al Espíritu de Dios habitando en nosotros y donde está el Espíritu hay verdadera libertad (2 Corintios 3:17), esto incluye al mundo y sus ideologías, por eso estamos llamados a cambiar nuestra forma de pensar y a no seguir las corrientes de este mundo, viviendo santa y piadosamente, sin mancha e irreprensibles, en paz, porque el mundo y sus cosas han de ser deshechas, pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. (2 Pedro 3:11-18)    Oración.

«Padre, nada quiero de este mundo, pues lo único que llena mi vida es tu amor derramado en mi corazón por medio de Cristo, quita de mí todo mal deseo y por medio de tus promesas enséñame a disfrutar desde hoy de mi posición eterna, en Jesús. Amén.  

viernes, 7 de noviembre de 2025

¿A QUÉ SABE LA PALABRA DE DIOS?

 


¿A QUÉ SABE LA PALABRA DE DIOS?

“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”, hebreos 4:12

“Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.” Colosenses 4:5-6

Cuando no hemos probado un plato delicioso, del cual nos hablan, ¿cómo vamos a conocer su verdadero sabor? O si lo hemos probado, pero hace tiempo no lo hacemos, ¿sólo nos conformaríamos con recordarlo? Por supuesto que no, queremos probarlo realmente, disfrutarlo, hasta quedar saciados.

Así mismo, lo maravilloso de la Palabra de Dios va más allá de que esté escrita en un libro; lo especial es que se revela a cada uno de nosotros por medio de nuestra vida. Cada vivencia propia en la Palabra muestra que nuestra fe es real. Cuando experimentamos lo que Dios es y Dios hace, es real en nuestra vida, nos vamos a sentir gozosos y los demás lo van a notar.

De nada sirve tener la Biblia abierta y colocada en el centro de nuestra sala. Sólo es útil si está guardada en nuestro corazón. Leerla como un rito o costumbre, o por una penitencia que busca el favor de Dios no servirá de nada. Ella funciona cuando la estudiamos profundamente y la obedecemos.

Cuando experimentamos lo que cada principio, enseñanza y promesa hace en todas las áreas de nuestra vida; cuando observamos que empezamos a tener paciencia, a tener gozo y paz, cuando nuestras relaciones con los demás empiezan a cambiar, cuando examinamos nuestro corazón y vemos que actuamos como el nuevo hombre que ha sido liberado por Cristo, entonces la Palabra se hace viva y eficaz.

Hermano, Dios quiere revelar su poder, su gloria y amor, por medio de nuestras vidas, así que nos está llamando a que volvamos a la Palabra de Dios, la escudriñemos y la coloquemos en práctica; Él anhela que la experimentemos en nosotros mismos, que probemos su sabor. Ella tiene un sabor especial y extraordinario para cada uno de nosotros.  Oración.

"Señor, que tu Palabra sea manifestada en mi vida, que cada principio que tú me enseñas se haga evidente en mi carácter, que mi fe sea la prueba más sólida de que tú existes y tu amor sea expresado a los demás por medio de mi vida. Amén. 

jueves, 6 de noviembre de 2025

Los diez mandamientos nos permiten conocer el carácter del Padre.

 


Los diez mandamientos nos permiten conocer el carácter del Padre.

“Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él” 1 Juan 4:16b

“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.” Mateo 22:37-40

Cuando se nos habla de los diez mandamientos pensamos que son solo leyes del antiguo testamento que fueron dadas al pueblo de Israel, pero la realidad es que estos mandamientos son más que leyes, pues reflejan las profundidades del carácter de Dios, afirmación que podemos declarar gracias a que en 1 Juan 4:16 se nos indica que “Dios es amor”, y gracias a que sabemos que lo que fue entregado a Moisés en el monte Sinaí fueron mandamientos escritos por la propia mano de Dios (Éxodo 31:18 y Deuteronomio 5:22), para que los hombres también pudieran reflejar el carácter de Dios por medio del amor como lo declara Mateo 22:37-40.

Los diez mandamientos los encontramos en el Antiguo testamento, en Éxodo 20:1-17 y Deuteronomio 5:6-21, que como dijimos son un reflejo del carácter de nuestro Padre Dios, y determinan la manera de relacionarnos con Él y con nuestros semejantes; así los cuatro primeros rigen nuestra relación de amor con Dios y los otros seis nuestra relación de amor con el prójimo.

Por eso cuando Jesús responde a la pregunta de ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?, contundentemente dice que es “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”, dirigiéndonos a esos cuatro primeros mandamientos que nos relacionan con Dios; pero no se queda ahí, sino que agrega: “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” conduciéndonos a los otros seis mandamientos, para finalizar diciendo que: “De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” guiándonos, sin lugar a dudas, a darnos cuenta que el propósito del Padre con los diez mandamientos era llevarnos a conocer su carácter de Amor, para que de la misma manera nuestras vidas reflejaran ese carácter, tanto al relacionarnos con Él cómo al relacionarnos con otras personas.   Oración.

«Padre Dios, gracias por tus mandamientos, porque a través de ellos me muestras tu gran amor, porque en ellos está reflejado tu carácter, y me ayudan a ser más como tú. Que tu amor sea un rasgo característico que me identifique, te lo pido en el nombre de Jesús. Amen.

miércoles, 5 de noviembre de 2025

Alcanza las bendiciones de Dios

 


Alcanza las bendiciones de Dios

“Acontecerá que, si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.” Deuteronomio 28:1-2

Observamos en la cita bíblica de hoy, un panorama atractivo, pero a la vez complejo para el ser humano, puesto que el Señor dice que, si oímos atentamente su voz para guardar y obedecer todos sus mandamientos, entonces vendrán sobre nosotros sus bendiciones, bendiciones que, a su vez, abarcan todas las áreas de nuestra vida (Deuteronomio 28:3-14). Sin embargo, al evaluar nuestro comportamiento u obediencia hacia la ley del Señor, nos damos cuenta de que en una u otra cosa continuamente fallamos, y siendo conscientes de lo que la Escritura expone en Santiago 2:10 al decir que cualquiera que guarde toda la ley, pero que falle en un punto, ya es culpable de todos, ciertamente quedamos sin la posibilidad de llegar a ser bendecidos por nuestras obras o nuestra obediencia.

Pero, ¡gracias a Dios por Jesucristo!, porque por su obediencia ha establecido como justo, santo o perfecto a cada pecador que en Él cree (Romanos 5:19, 5:1). Y más allá de esto, nos ha concedido el derecho de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12), y como dice la Escritura en Romanos 8: 17a, “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo,” por lo que ahora nuestra esperanza de bendición, no está limitada a la excelencia de nuestra obediencia, sino mejor a la gracia y al amor de Dios para con nosotros en Cristo Jesús (Romanos 8:32).

Ahora bien, esto no quiere decir que no estemos llamados a obedecer a Dios, puesto que, si hemos sido rescatados o redimidos de la esclavitud del pecado a la libertad de Cristo, no es posible que volvamos a estar en esclavitud (Romanos 6:1-2). Por lo que, el mandato es para que ahora, por medio del Espíritu Santo que nos ha sido dado desde que creímos en Cristo como Señor y Salvador, seamos guiados y ayudados por Él para que permanezcamos en el amor de Dios, llevando fruto para su gloria (Juan 15:10, Romanos 6:22).  Oración.

«Bendito Rey de misericordia y Padre de gloria, te damos muchísimas gracias por el favor inmerecido que hemos recibido de la justificación, gracias porque nos has hecho justos, dignos y santos delante de ti por la fe en nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Toda gloria y honra sean para ti hoy y siempre, amén.

martes, 4 de noviembre de 2025

Bendecido y prosperado

 


Bendecido y prosperado

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.” Salmos 1:1-3

La Palabra de Dios (la Biblia) es el libro que Dios milagrosa y extraordinariamente ha escrito y preservado a lo largo de miles de años; y esto debe llamar nuestra atención, porque ¿qué habrá ahí tan importante para ser causa de semejante prodigio?

Pues bien, a grandes rasgos podemos decir que este libro es, el medio que Dios eligió para exponer su esencia y su voluntad, dando así a toda persona la oportunidad de tener el conocimiento necesario y suficiente para vivir una vida próspera y bendecida, puesto que dice: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Josué 1:8.

Sin embargo, es necesario entender que, a partir del momento en que se empezó a escribir y hasta que se terminó, fue por inspiración del Espíritu Santo en cada persona que Dios usó (2 Timoteo 3:16), y desde luego para su comprensión, interpretación y aplicación es indispensable la revelación y obra del Espíritu de Dios (1 Corintios 2:14, Romanos 8:8-9). Hecho que solo es posible cuando creemos en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, y por medio de Él nos acercamos a Dios, pues es solo gracias a Jesús que dio su vida para nuestra salvación, que podemos ser hechos hijos de Dios y herederos de toda bendición (Juan 1:12, Romanos 8:17).

Y entonces, teniendo nuestra nueva identidad como hijos de Dios, es cuestión de que escuchemos la voz del Padre y seamos obedientes a su Palabra, pues su promesa es que todo aquel que se deleita y medita en su ley cada día, será bendecido, prosperado, sostenido y afirmado.   Oración.

«Bendito Dios, gracias por el amor que puedo conocer cuando te busco a través de tu Palabra, gracias por tu esencia ahí declarada y porque por tu Espíritu y gracia, me permites comprenderla y experimentarla en mi vida. Toda la gloria y honra para ti en Cristo Jesús, amén.

lunes, 3 de noviembre de 2025

El carácter del Padre en el Hijo.


 El carácter del Padre en el Hijo. 

“Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.” Juan 5:19

“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. ” Juan 15:4-5

Cuando pedimos a Dios que desarrolle en nosotros el carácter de su Hijo Jesús, su Santo Espíritu nos llevará a conocer íntimamente la vida de Cristo, y es sorprendente darnos cuenta que Jesús en su humanidad nos permite ver que su carácter está profundamente ligado al de su Padre Dios, como lo deja claro al decir que nada puede hacer por sí mismo, mostrándonos la importancia de la influencia del carácter de Dios en su vida, a tal punto que no solo no puede hacer nada por sí mismo indicándonos su sumisión y obediencia al Padre, sino que lo que hace es todo lo que ve hacer al Padre, revelándonos su comunión con Dios.

Podemos decir que de igual manera que un bebe aprende su comportamiento por la influencia de sus padres o su entorno, así mismo nosotros como creyentes e hijos de Dios aprendemos a vivir nuestra vida cristiana influenciados por nuestro entorno en la iglesia por medio de la comunión entre hermanos, pero sobre todo nuestro crecimiento debe ser influenciado directamente por Dios, para que al igual que su Hijo, nosotros podamos decir que nada podemos hacer por nosotros mismos, sino lo que vemos hacer a nuestro Padre.

Por eso es que Jesús nos enseña por medio de la parábola que encontramos en Juan 15:1-11, de la importancia de la comunión y la obediencia, que es lo que Él hacía para vivir una vida que llevara fruto y que glorificara al Padre. Así que debemos hacer lo mismo que Jesús nos revela, ser uno con Él, como Él es uno con el Padre. Y esto de manera práctica se logra por medio de la oración y la comunión del Espíritu Santo, quien nos guiará a toda verdad, enseñándonos todas las cosas por medio de la Palabra de Dios, recordándonos todo lo que Jesús ya nos ha enseñado y por medio de su amor y poder nos impulsará a obedecerlo para que al igual que en Cristo, el carácter del Padre también se forme en nosotros los creyentes.   Oración.

«Padre Dios, te doy gracias porque la Comunión del Espíritu Santo me permite ser uno con Cristo, y así también ser uno contigo, gracias porque ahora como hijo tuyo puedo llevar fruto que te glorifique. Enséñame de manera práctica a vivir esta realidad espiritual. Amen.


domingo, 2 de noviembre de 2025

Caminar de la mano de Dios

 


Caminar de la mano de Dios

“Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.” Génesis 5:24

Para caminar con Dios, estamos llamados a ser hombres de fe como Enoc: “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”, (Hebreos 11:5). Esta es la clave “por la fe”, Enoc le creyó a Dios, confió plenamente y en su diario caminar tuvo presente al Señor. Por esto el escritor de Hebreos inspirado por el Espíritu Santo, escribe acerca de diferentes hombres que por la fe hicieron grandes cosas y soportaron pruebas tremendas; menciona a Enoc como uno de aquellos que al tener la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, pudo agradar y ser partícipe de la bendición que Dios da a los que creen, conforme está escrito en la palabra de Dios que la fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios (Hebreos 11:1, Romanos 10:17).

Nosotros también si caminamos con Dios, estando atentos a lo que dice su palabra para vivirla diariamente, sin dudar y siendo constantes en esto, lograremos cosechar una relación de amor que nos llevará a que su paz nos eleve por encima de todos los dolores y problemas de la vida. No a evadir la realidad, sino a enfrentarla con la actitud, la verdad y poder de la fe.   Oración.

«Padre, quiero caminar contigo y sé que el único camino es Cristo, llevar mi vida a la cruz para morir y resucitar con él, para que así en mi diario caminar pueda ir de tu mano, sabiendo que tienes el control de mi vida y tu Palabra guía mis pasos. En el nombre de Jesús. Amén.

sábado, 1 de noviembre de 2025

Desarrollando el carácter de Cristo.

 


Desarrollando el carácter de Cristo.

«Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.» Gálatas 2:20

El apóstol Pablo pudo experimentar esa realidad espiritual de la nueva vida en Cristo que todo creyente debería disfrutar, por eso llegó a expresar: “ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”, Pablo alcanzó la madurez espiritual para realizar dicha afirmación, y en la carta a los Gálatas 2:20 nos muestra la manera práctica para que nosotros también podamos alcanzar esa madurez desarrollando el carácter de Cristo en nuestras vidas.

Lo primero que debemos resaltar es que debemos tener claro que “Con Cristo estamos juntamente crucificados”, lo cual implica una renovación en nuestra manera de pensar, aceptando esta verdad espiritual, pues como se aclara en Romanos 6:5-12 gracias a la obra de Cristo en la cruz, cada creyente es libre del poder del pecado, es decir que ya no debemos dejarnos dominar por las pasiones ni las concupiscencias de la carne.

Lo segundo que nos enseña el Apóstol es que ya debemos dejar de vivir nosotros, para que sea la vida de Cristo la que se exprese a través nuestro, por eso declara “ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”, y esto se logra a medida que aceptamos las verdades espirituales en Cristo Jesús para que por medio de la comunión del Espíritu Santo él nos permita experimentarlas de manera vivencial en nuestro diario vivir.

Ahora bien, la clave para poder dejar de vivir nosotros y permitirle a Cristo vivir su vida en nosotros se encuentra en esta poderosa afirmación: “y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”, pues la fe y el amor son fundamentales, ya que creer cada aspecto de la obra de Cristo, nos permitirá experimentar por el poder y el amor del Espíritu Santo esa realidad espiritual.

Así que hermanos, este mes nos centraremos en pedirle a Dios, que su Santo Espíritu desarrolle el Carácter de su Hijo Jesús en nuestras vidas, para poder decir al igual que Pablo: “ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí.   Oración.

«Padre Dios, hoy quiero elevar mi oración a ti, para pedir tu ayuda, pues mi deseo es que tu Santo Espíritu desarrolle en mí el carácter de tu amado Hijo Jesucristo. Quiero poder experimentar esa realidad de que sea Cristo viviendo su vida en mí, para glorificarte y exaltarte a ti. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

viernes, 31 de octubre de 2025

puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Mateo 5:14-16 Cada 31 de Octubre el mundo se reúne para conmemorar la oscuridad. Vemos toda una fiesta que se realiza en honor a las tinieblas, y como en todo festejo, se nos invita a ponernos el “mejor de los trajes”: Una máscara, o disfraz. Cuando analizamos todo lo que fomenta esta “celebración” solo logramos percibir una cosa: Desinhibición. Por un solo día pareciera que no hay restricciones sociales, religiosas, éticas, ni morales, pues el mundo, al parecer, experimenta una “libertad” en donde por esa ocasión, puede ser lo que quiera ser, sin miedo a ser juzgado o señalado, pues da la sensación que en este día todo es permitido. La pregunta es, eso es lo que hace y celebra el mundo, pero nosotros los creyentes ¿Qué hacemos un día como éste? Quizás muchos de nosotros o de nuestras familias participarán en esta “conmemoración”, pero la verdad es que detrás de todo el concepto que celebra el mundo sólo están escondidas las obras de las tinieblas, por eso el Señor nos invita a ser prudentes, sabios, a filtrar todo bajo la luz de la Palabra para saber qué es lo correcto, pero sobretodo, se nos exhorta a andar como hijos de Luz (Efesios 5:13; Efesios 5:8, 11, 15; 1 Corintios 10:23). En otros casos, como lo manifiesta el pasaje principal del día de hoy, muchos creyentes optan por esconderse, o refugiarse junto con sus familias en sus hogares para ni siquiera ver este tipo de contenido que ofrece dicha “celebración”, pero cuando hacemos ésto es como si de cierta manera nos apagáramos por ese día, pues pareciera ser que la luz se esconde y la oscuridad toma posesión del mundo. Hermanos, el Señor quiere hacernos un llamado, una invitación a nosotros los creyentes, a hacer un cambio de enfoque en este día, pues el 31 de Octubre no debería ser un día para conmemorar las tinieblas, la oscuridad y la muerte sino más bien debería ser conocido como el día en el que se conmemora y celebra a Jesús, la Luz del mundo, quien vino para iluminarnos y darnos vida. Para ésto debemos levantarnos, trabajar en unidad, orar para que el mundo conozca a Jesús, y aprovechar cualquier instante, en especial este día, para expandir el evangelio y no esconderlo, pues el Señor nos está llamando a ser luminares que lleven al mundo la Luz de Jesucristo, pues la Luz debe brillar en la oscuridad (Juan 1:5). Oración. «Padre, quiero ser un instrumento en Tus manos, para que en todo momento y a donde quiera que vaya, se vea reflejada la Luz de Jesús, que se perciba de manera clara el olor de Tu Presencia y que se oiga en todas partes el sonido de Tu voz por medio de Tu Palabra. Úsame Espíritu Santo de Dios y no permitas que me esconda ni me calle, pues el mundo necesita que la Luz de Jesucristo ilumine nuestros corazones. Amén.

 

Luz que brilla en la oscuridad

“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Mateo 5:14-16

Cada 31 de Octubre el mundo se reúne para conmemorar la oscuridad. Vemos toda una fiesta que se realiza en honor a las tinieblas, y como en todo festejo, se nos invita a ponernos el “mejor de los trajes”: Una máscara, o disfraz. Cuando analizamos todo lo que fomenta esta “celebración” solo logramos percibir una cosa: Desinhibición. Por un solo día pareciera que no hay restricciones sociales, religiosas, éticas, ni morales, pues el mundo, al parecer, experimenta una “libertad” en donde por esa ocasión, puede ser lo que quiera ser, sin miedo a ser juzgado o señalado, pues da la sensación que en este día todo es permitido.

La pregunta es, eso es lo que hace y celebra el mundo, pero nosotros los creyentes ¿Qué hacemos un día como éste? Quizás muchos de nosotros o de nuestras familias participarán en esta “conmemoración”, pero la verdad es que detrás de todo el concepto que celebra el mundo sólo están escondidas las obras de las tinieblas, por eso el Señor nos invita a ser prudentes, sabios, a filtrar todo bajo la luz de la Palabra para saber qué es lo correcto, pero sobretodo, se nos exhorta a andar como hijos de Luz (Efesios 5:13; Efesios 5:8, 11, 15; 1 Corintios 10:23). En otros casos, como lo manifiesta el pasaje principal del día de hoy, muchos creyentes optan por esconderse, o refugiarse junto con sus familias en sus hogares para ni siquiera ver este tipo de contenido que ofrece dicha “celebración”, pero cuando hacemos ésto es como si de cierta manera nos apagáramos por ese día, pues pareciera ser que la luz se esconde y la oscuridad toma posesión del mundo.

Hermanos, el Señor quiere hacernos un llamado, una invitación a nosotros los creyentes, a hacer un cambio de enfoque en este día, pues el 31 de Octubre no debería ser un día para conmemorar las tinieblas, la oscuridad y la muerte sino más bien debería ser conocido como el día en el que se conmemora y celebra a Jesús, la Luz del mundo, quien vino para iluminarnos y darnos vida. Para ésto debemos levantarnos, trabajar en unidad, orar para que el mundo conozca a Jesús, y aprovechar cualquier instante, en especial este día, para expandir el evangelio y no esconderlo, pues el Señor nos está llamando a ser luminares que lleven al mundo la Luz de Jesucristo, pues la Luz debe brillar en la oscuridad (Juan 1:5).   Oración.

«Padre, quiero ser un instrumento en Tus manos, para que en todo momento y a donde quiera que vaya, se vea reflejada la Luz de Jesús, que se perciba de manera clara el olor de Tu Presencia y que se oiga en todas partes el sonido de Tu voz por medio de Tu Palabra. Úsame Espíritu Santo de Dios y no permitas que me esconda ni me calle, pues el mundo necesita que la Luz de Jesucristo ilumine nuestros corazones. Amén.


“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Mateo 5:14-16

Cada 31 de Octubre el mundo se reúne para conmemorar la oscuridad. Vemos toda una fiesta que se realiza en honor a las tinieblas, y como en todo festejo, se nos invita a ponernos el “mejor de los trajes”: Una máscara, o disfraz. Cuando analizamos todo lo que fomenta esta “celebración” solo logramos percibir una cosa: Desinhibición. Por un solo día pareciera que no hay restricciones sociales, religiosas, éticas, ni morales, pues el mundo, al parecer, experimenta una “libertad” en donde por esa ocasión, puede ser lo que quiera ser, sin miedo a ser juzgado o señalado, pues da la sensación que en este día todo es permitido.

La pregunta es, eso es lo que hace y celebra el mundo, pero nosotros los creyentes ¿Qué hacemos un día como éste? Quizás muchos de nosotros o de nuestras familias participarán en esta “conmemoración”, pero la verdad es que detrás de todo el concepto que celebra el mundo sólo están escondidas las obras de las tinieblas, por eso el Señor nos invita a ser prudentes, sabios, a filtrar todo bajo la luz de la Palabra para saber qué es lo correcto, pero sobretodo, se nos exhorta a andar como hijos de Luz (Efesios 5:13; Efesios 5:8, 11, 15; 1 Corintios 10:23). En otros casos, como lo manifiesta el pasaje principal del día de hoy, muchos creyentes optan por esconderse, o refugiarse junto con sus familias en sus hogares para ni siquiera ver este tipo de contenido que ofrece dicha “celebración”, pero cuando hacemos ésto es como si de cierta manera nos apagáramos por ese día, pues pareciera ser que la luz se esconde y la oscuridad toma posesión del mundo.

Hermanos, el Señor quiere hacernos un llamado, una invitación a nosotros los creyentes, a hacer un cambio de enfoque en este día, pues el 31 de Octubre no debería ser un día para conmemorar las tinieblas, la oscuridad y la muerte sino más bien debería ser conocido como el día en el que se conmemora y celebra a Jesús, la Luz del mundo, quien vino para iluminarnos y darnos vida. Para ésto debemos levantarnos, trabajar en unidad, orar para que el mundo conozca a Jesús, y aprovechar cualquier instante, en especial este día, para expandir el evangelio y no esconderlo, pues el Señor nos está llamando a ser luminares que lleven al mundo la Luz de Jesucristo, pues la Luz debe brillar en la oscuridad (Juan 1:5).   Oración.

«Padre, quiero ser un instrumento en Tus manos, para que en todo momento y a donde quiera que vaya, se vea reflejada la Luz de Jesús, que se perciba de manera clara el olor de Tu Presencia y que se oiga en todas partes el sonido de Tu voz por medio de Tu Palabra. Úsame Espíritu Santo de Dios y no permitas que me esconda ni me calle, pues el mundo necesita que la Luz de Jesucristo ilumine nuestros corazones. Amén.

jueves, 30 de octubre de 2025

Alaba a Dios

 


Alaba a Dios

“Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila”, Salmo 103:1-5

En el antiguo testamento, los términos usados para alabanza son ‘halal’ significado parafraseado de hacer ruido, ‘yada’, relacionado con acciones y gestos corporales que acompañan la alabanza, y ‘zamar’ término relacionado con la música y el canto. En el Nuevo Testamento el término usado es ‘eujaristein’, que literalmente significa dar gracias y ‘eulogein’ que significa bendecir, ambos sugieren una relación íntima con la persona que es objeto de la alabanza.

En la Biblia entera se hallan muchos casos de alabanza que surgen espontáneamente de un corazón agradecido por los favores realizados por Dios. En Salmos 104:31 se declara que la gloria es para Dios y Él se deleita y complace en sus obras, y toda la creación expresa su gozo en alabanza (Job 38:7).

Nosotros fuimos creados para alegrarnos en la obra de Dios (Salmo 90:14-16), y para expresarle a Él todo nuestro gozo por los favores recibidos, incluyendo su perdón por nuestros pecados, porque cuando el reino de Dios llega a nuestro corazón (Es decir Cristo mora en nosotros), es restaurada en nosotros la alegría, la plenitud y a pesar de la dificultades que puedan existir, es quitada la angustia y esto produce un gozo inefable, que deriva en alabanza a Dios (Isaías 9:1-2).

Poder realizar la acción de gracias hacia Dios, expresada en alabanza, aun en medio de los sufrimientos de la vida diaria, santifica todos los aspectos de nuestra vida (1 Corintios 10:30-31) y es muestra de una ofrenda real y verdadera a Dios (Filipenses 2:17), así que empecemos nuestro día alabando a Dios con todo agradecimiento. Oración.

Señor, gracias por la vida eterna que me diste en Cristo, aun en medio de aflicciones te alabaré, tú eres la mayor alegría y en tu Palabra encuentro regocijo. Te alabo oh, mi Dios, por las grandes cosas que haces en mi vida y por lo que harás poderosamente en mí, para tu gloria y honra. Amén.

miércoles, 29 de octubre de 2025

Falsa tregua para la batalla.

 


Falsa tregua para la batalla.

 “Después subió Nahas amonita, y acampó contra Jabes de Galaad. Y todos los de Jabes dijeron a Nahas: Haz alianza con nosotros, y te serviremos. Y Nahas amonita les respondió: Con esta condición haré alianza con vosotros, que a cada uno de todos vosotros saque el ojo derecho, y ponga esta afrenta sobre todo Israel.” 1 Samuel 11:1-2

El enemigo, en ocasiones, se parece a Nahas, nos ofrece una “salida”, una “solución” a nuestro problema, o “paz” para acabar con esa guerra que él mismo inició. Claramente todo ésto es un engaño pues el enemigo lo único que quiere es devorarnos. Cuando tú y yo creemos que ésto es cierto y caemos en sus artimañas pensando que si hacemos una “tregua” con el enemigo se acabará la guerra, caemos en un error, pues para que dicha “tregua” se lleve a cabo, el enemigo siempre nos pedirá algo a cambio. En el caso de Jabes de Galaad se le pidió su ojo derecho, y ésto no sólo lo incluía a él sino también a todo Israel, pues para que hubiera protección de parte de Nahas, Israel debía acceder a ese trato. Parece ilógico, irracional, que todo un pueblo pensara que lo correcto era acceder a ésto que pedía Nahas a cambio de “paz”, ¿Cómo es posible que prefirieran pensar que la solución estaba en dejar perder su ojo derecho, en vez de pararse para protegerse unos a otros?

Todo lo anterior para nosotros suena ilógico, pero tú y yo en ocasiones también queremos o hacemos lo mismo. Preferimos como dice el dicho: “perder una batalla, pero no la guerra”, ¿Cómo? cediendo o perdiendo parte de nuestro territorio con tal de obtener un poco de “tranquilidad”, y aquí quiero citar un ejemplo claro de ésto: Preferimos dejar el servicio, el congregarnos en la Iglesia por un lapso de tiempo, a cambio del “descanso” o la “tregua” que nos ofrece el enemigo ¿Acaso ésto no se parece a lo que nos relata el libro de Samuel? Pues el dejar de congregarnos, o incluso el dejar de servir, es como entregarle un ojo a nuestro enemigo, porque por medio de la congregación es que se nos habla la Palabra de Dios que es la que ejercita nuestra vista espiritual, las Escrituras son como ese colirio que lubrica nuestros ojos espirituales para que no tengamos problemas de resequedad espiritual (Apocalipsis 3:18), la Palabra de Dios es ese escudo que necesitamos, incluso, para proteger nuestros ojos que en ocasiones se dejan desviar fácilmente (Salmos 18:30).

Hermanos, ¿Cómo salimos de esta situación, de este engaño del enemigo que hemos creído? Sólo podemos salir de ahí con la ayuda del Espíritu Santo de Dios,  Oración.

«Padre, debo confesar que en algunos instantes he caído en esas falsas treguas que ofrece el enemigo porque he seguido mi propio consejo. Tú me has enseñado en Tu Palabra que no sea sabio en mi propia opinión, y en ocasiones, no he tomado tu consejo, pues he terminado cediendo partes importantes de mi vida ante el enemigo. Ayúdame Santo Espíritu de Dios a no caer más ante las mentiras del diablo, de mi carne y del mundo. Prepárame y fortaléceme para seguir solamente el consejo de Jesús. Amén.

martes, 28 de octubre de 2025

Vista física vs. Vista espiritual

 


Vista física vs. Vista espiritual

 “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” 2 corintios 4:17-18

El relato de 2 Reyes 6:15 en donde se nos muestra al siervo de Eliseo totalmente amedrentado por lo que sus ojos físicos podían ver, al ejército enemigo rodeando la ciudad, es el ejemplo perfecto de lo que quiere enseñarnos el Señor sobre la necesidad de no poner nuestra mirada en las cosas físicas (que representan esas leves tribulaciones) pues ellas tan solo son temporales, momentáneas, como lo vimos en devocionales anteriores:

Moises y sus manos cansadas (Éxodo 17:12a).

El ejército de Siria rodeando Israel (2 Reyes 6:14-15).

Nehemías y el pueblo siendo atacados por sus enemigos con la intención de derribar sus muros (Nehemías 4:7-8).

Las Escrituras nos muestran que lo que tú y yo debemos hacer, es más bien, poner nuestra mirada en las cosas que no se ven, pues ellas son eternas:

Moisés descansando en la Roca, Cristo (Éxodo 17:12b). Aarón y Hur ayudando a levantar las manos cansadas de Moisés, ayuda que representa el apoyo que Dios nos permite dar a otros por medio de la guía de Su Espíritu Santo (Éxodo 17:12c).

Ejército de Dios rodeando al pueblo de Israel (2 Reyes 6:17).

Respaldo y protección de Dios hacia Jerusalén, permitiendo que ellos pudieran terminar los muros y preservarlos, a pesar de los ataques que querían hacer sus enemigos (Nehemías 4:9, 6:16).

Hermanos, con estos ejemplos claros lo que debemos aprender a desarrollar y fortalecer, más allá de la vista física, es la espiritual, pues la física en ocasiones nubla no solo nuestra vista sino también nuestra mente, pero la espiritual es la que siempre nos da la claridad que necesitamos, pues al estar puesta en Jesús y en Su Palabra que permanece para siempre, es la que nos ayuda a fortalecer nuestra mente (1 Pedro 1:25).   Oración.

«Padre, te agradezco por todos los sentidos que me has dado: La vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto, pues ellos han sido puestos en mí para disfrutar de todo lo que Tú has creado. Lastimosamente en ocasiones permito que ellos se vean afectados, sobre todo mi vista, pues en vez de permitirme ver de manera clara esa realidad espiritual, se nubla, al enfocarse en la adversidad, en lo efímero de este mundo. Señor Jesús, en este día te pido que Tu Santo Espíritu abra mis ojos pues quiero verte de manera clara en mi diario caminar. Amén.

lunes, 27 de octubre de 2025

Confusión vs. Claridad. Parte 2

 


Confusión vs. Claridad. Parte 2

“Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad. Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos?” 2 Reyes 6:14-15

En el devocional del día de ayer terminamos viendo cómo el siervo de Eliseo experimentó confusión al escuchar y ver, por un lado, al ejército Sirio y sus caballos, y por el otro a Eliseo manifestando que no estaban solos, que no tuviera temor pues más eran los que estaban con ellos (2 Reyes 6:14-15). Me imagino a este siervo confundido, angustiado, sin tener claridad sobre lo que debía hacer o en quién confiar, hasta que Dios mismo le permitió ver esa realidad espiritual (2 Reyes 6:17). Al igual que aquel hombre nosotros también en ocasiones nos hemos visto rodeados, “solos”, cansados y confundidos por una aparente “realidad” que nos muestra que estamos acabados, que ha llegado nuestro fin. El problema de esta confusión está en que ella misma nos conducirá a la rendición, a bajar las armas y decir: “no puedo más”, y eso es lo que quiere el enemigo, hacernos rendir para devorarnos. Pero ¿qué es lo que nos dice el Señor?: “que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;” (2 Corintios 4:8-9).

Hermanos, Dios es el único con la capacidad de darnos claridad para saber cómo enfrentar una batalla o situación difícil, para ello Él mismo iluminará nuestros corazones (pensamientos y sentimientos) con la luz de Su Palabra haciéndonos entender y mostrándonos, por medio de ella, el camino que en todo tiempo debemos seguir (Salmos 32:8). Así que no nos desanimemos, continuemos firmes en Él, pues como lo manifiesta 2 Corintios 4:17-18 “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, PERO LAS QUE NO SE VEN SON ETERNAS.    Oración.

«Señor Jesús, eres el único capaz de darme claridad y de iluminar mi entendimiento, eres el único Camino, la Verdad y la Vida, el único que me conduce al Padre. Señor no quiero dejarme confundir por el enemigo, pues Tu voz es peculiar, es incomparable, por eso te pido Espíritu Santo de Dios, Tú quien eres mi Ayudador, que me guíes a toda Verdad, a todo lo que me lleve a Jesucristo. Amén.

domingo, 26 de octubre de 2025

Confusión vs. Claridad.

 


Confusión vs. Claridad.

“Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” 2 Corintios 4:6

Una de las definiciones que la Real Academia de la Lengua Española utiliza para la palabra “confusión” es: “Mezclar cosas diversas de manera que no puedan reconocerse o distinguirse.” y bajo este contexto podemos entender la quinta estrategia que el enemigo utiliza para intentar derribar esos muros de protección que Dios ha levantado en nuestra mente y que son conforme a Su Voluntad. Y es que ¿quién no ha experimentado confusión?, sobre todo cuando de tomar decisiones se trata, pues lo que deseamos es tomarlas conforme la Voluntad de Dios, pero al encontrarnos con tantas opiniones divididas en donde aparentemente todas “tienen la razón” no sabemos qué hacer, y terminamos entonces abrumados y confundidos. Cuando meditaba sobre esto Dios me llevaba a recordar lo que dice Juan 10:27, en este versículo se menciona que las ovejas son animales que tienen la capacidad de distinguir claramente la voz de su pastor, y de seguirle solamente a él. En internet hay un video que lo comprueba, en el puedes ver cómo se entrenan a distintas personas y se les enseña el sonido que utiliza el pastor para llamar a sus ovejas, esto con el fin de confundirlas y ver si así terminan obedeciendo a quienes las llaman; aunque aquel llamado parece similar al de su pastor, las ovejas no caen en esa mentira, y simplemente siguen pastando sin prestar atención al ruido que hay alrededor, hasta que llega el verdadero pastor, cuando él las empieza a llamar puedes observar cómo poco a poco cada una de ellas empieza a levantar su cabeza para cerciorarse en qué lugar está su dueño, una vez lo logran ver, salen corriendo a su encuentro. Lo mismo podríamos decir que sucede espiritualmente en nuestras vidas, la única diferencia es que mientras aquellas ovejas no se dejan confundir, nosotros los creyentes (en ocasiones), al oír tantas voces que se camuflan y parecieran provenir de nuestro Pastor, terminamos confundidos y sin saber qué hacer o a quién seguir, o en casos especiales, siguiendo a todo aquel que pareciera “provenir de parte de Dios”.

 

Hermanos, el enemigo constantemente nos lanza mentiras que quiere que aceptemos y las tomemos como si fueran verdades, ya hemos visto la gran capacidad que tiene para camuflarse y pretender hacerse pasar por nuestro Pastor, y si tú y yo aceptamos esto y no logramos tener claridad a la hora de diferenciar entre tanto ruido la voz de nuestro Pastor, terminaremos cayendo en estas artimañas, seremos confundidos y nuestra vista, nuestro entendimiento, será nublado, como le pasó al siervo de Eliseo.   Oración.

«Padre, dame claridad para poder ver lo que tú ves. Mi petición este día Señor Jesús es que abras mis ojos para poder ver esa realidad espiritual que en momentos difíciles ignoro. Ilumina mi mente y mi corazón con la Luz de Tu Palabra y echa fuera con Tu voz toda confusión que me perturba y me estanca. Amén.

sábado, 25 de octubre de 2025

Ataque Sorpresa vs. Preparación

 


Ataque Sorpresa vs. Preparación

“Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.” Mateo 24:43.

Hay un dicho popular que dice: “Soldado advertido no muere en guerra”, por mucho tiempo pensé que ese era el refrán, pero tristemente me encontré con una parte adicional que dice: “y si muere, muere advertido”, qué triste sería que con todas las advertencias que nos está haciendo el Señor, con respecto a las estrategias que utiliza el enemigo para derribar esos muros de protección que Dios ha levantado y que son conforme a Su Voluntad, terminemos cayendo fácilmente en ellas, pues la idea de estas advertencias es que estemos enteramente preparados para poder, con la ayuda de Dios, resistir a nuestro enemigo (Santiago 4:7).

En el evangelio de Mateo el Señor nos dice que si tú y yo supiéramos que viene un ladrón a robarnos todo lo que tenemos, seguramente nos alistaríamos para defendernos, a nosotros mismos, a nuestras familias, y no nos dejaríamos saquear, buscaríamos protección, pues la idea es que el ladrón huya de delante de nosotros. Lastimosamente en muchos casos: el desánimo, la pereza, la falta de proactividad, el mismo temor (cosas que están en la carne) nos paralizan y no nos permiten reaccionar a tiempo, pero gloria a Dios por Jesucristo, porque es la fe en Él la que nos activa, y la revelación de Su Santo Espíritu quien nos sacude, recordándonos que: “no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor, y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7b).

Cuando leí el pasaje anterior llamó mi atención la palabra “poder”, que se está utilizando aquí para referirse al espíritu que Dios nos ha dado, dicha palabra viene del griego dúnamis (δύναμις) y de esa raíz proviene la palabra española: dinamita. Me parece extraordinario que el Espíritu Santo por medio de este pasaje nos diga que ese espíritu que Dios nos ha dado a nosotros los creyentes tiene ese poder que es como dinamita, pues ese espíritu de poder es el que nos despierta de ese letargo en el que nos encontramos, nos sacude para que podamos pararnos y prepararnos y estar alertas, atentos contra esas asechanzas del enemigo. Claramente ese poder del que hablamos sólo puede provenir de Dios, y debemos recordarlo, pues sólo cuando recibimos al Espíritu Santo es que ocurre el dúnamis (δύναμις) como nos lo revela Hechos 1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,”.

Hermanos, es tiempo de prepararnos para que los ataques del enemigo no nos tomen por sorpresa (como vimos el día de ayer que le sucedió al pueblo de Israel cuando fue sitiada por el ejército de Siria), es tiempo de vestirnos con toda esa armadura que Dios nos ha dado para así poder estar firmes contra todas las asechanzas del diablo (Efesios 6:10-18)     Oración.

«Padre, gracias por dejar a nuestra disposición esa armadura Tuya: La verdad, la coraza de justicia, el apresto del evangelio de la paz, el escudo de la fe, el yelmo de la salvación y la espada de Tu Espíritu que es Tu Palabra, pues sin ella estaríamos totalmente desprotegidos y seríamos presa fácil para el enemigo. Queremos Oh Dios vestirnos todos los días con esta armadura para poder enfrentar cualquier batalla. Amén.

viernes, 24 de octubre de 2025

Camuflaje vs. Luz y Verdad

 


Camuflaje vs. Luz y Verdad

“Tenía el rey de Siria guerra contra Israel,… Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad.” 2 Reyes 6:8a, 14

Cansar a la presa, dividirla o esparcirla de la manada y rodearla no sólo son las estrategias que utiliza el enemigo para intentar devorarla, pues antes de que todo ésto se lleve a cabo debe haber un acercamiento, y dicho acercamiento sólo se puede lograr a través del camuflaje. La Real Academia de la Lengua Española lo define como: “Disimular dando a algo el aspecto de otra cosa.”, y si de camuflaje se trata, el enemigo: la carne, el mundo y Satanás, sí que saben hacerlo. La Biblia nos lo revela, y desde el inicio de la creación podemos ver a Satanás usando su primer camuflaje, su disfraz de serpiente, con la intención de poder estar más cerca de su presa, Eva (Génesis 3:1). Pero Satanás no es el único que se camufla, nuestra carne también lo hace, ¿cómo? con pensamientos que parecen “buenos”, decisiones que parecen ser “espirituales”, emociones, o un sentir que llamamos, y decimos que “proviene de Dios” (Jeremías 17:9). Y ¿cómo no mencionar al mundo, con sus ideologías camufladas, que parecen “buenas, lógicas y que no le hacen daño a nadie” sino que, como dicen ellos, están ahí para “liberarnos” de una esclavitud o dictadura en la que se nos tiene? (Isaías 5:20-21). Como vemos el camuflaje es tan sólo la manera en la que nuestro enemigo se acerca a nosotros para poder entonces aplicar todas esas estrategias que a lo largo de estos últimos devocionales hemos visto. La pregunta es: ¿Cómo podemos identificar que un pensamiento, una decisión, una ideología, entre otras, están siendo camufladas? La respuesta es clara, llevarlas a la luz y Verdad de la Palabra.

Miremos que el ejército Sirio decidió acercarse al pueblo de Israel, no en plena luz del día sino que decidieron camuflarse en la noche, pues así sería más fácil tomar al pueblo de Israel por sorpresa, totalmente desprevenidos, dejándolos así sin una oportunidad de reaccionar a tiempo, y lo mismo hace el enemigo con nosotros, pues no sólo se camufla sino que también nos toma por sorpresa, por eso la necesidad de estar atentos a las artimañas del enemigo, de filtrar todo bajo la Palabra de Dios, que es como esa luz que revela lo que hay en la oscuridad (Salmos 119:105)

Hermanos, el Señor nos está dando a conocer todas la estrategias que usa el enemigo pues estamos en tiempos difíciles y vendrán días peores, pues muchos apostatarán de la fe, se apartarán, como lo dice 1 Timoteo 4:1 y 2 Timoteo 4:3-4, se volverán a las fábulas, escucharán y creerán en las mentiras del enemigo, no identificarán el camuflaje que usa, pues no se prepararon como deberían para poder defender esos muros de protección que Dios ya había levantado en su mente y que son conforme a Su Voluntad. Que ésto no nos pase a nosotros, sigamos el consejo que nos está dando el Señor y preparémonos, pues el ladrón, el devorador está buscando a quien devorar: “Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.” (Mateo 24:43).     Oración.

«Padre, me estás entrenando para estar enteramente preparada, para contrarrestar con la luz de tu Palabra, todas esas mentiras que el enemigo camufla y que usa en mi contra para hacerme intentar caer y derribar aquellos muros de protección que has levantado en mi mente y que son conforme a Tu buena, perfecta y agradable Voluntad. Ayúdame Espíritu Santo de Dios, guíame y recuérdame en todo momento la Palabra del Señor, fortaléceme y no permitas que perezca. Te lo pido en el Nombre de Jesús. Amén.