sábado, 13 de agosto de 2022

Maestro de maestros

 


Maestro de maestros

“Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy” Juan 13:13 RVR 1960.

“Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” Mateo 7:28-29 RVR 1960.

“Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba. Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe este letras, sin haber estudiado? Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, este es verdadero, y no hay en él injusticia” Juan 7:14-18 RVR1960.

Nuestro Señor Jesús es el mejor Maestro, podemos decir que es El Maestro de maestros, Él mismo en Juan 13:13 se reconoce como Maestro, su vida ministerial relatada en los evangelios nos muestra cuán importante era la enseñanza para Él.

Jesús enseñaba a multitudes, pero se concentró en individuos, a todos les mostraba las verdades de Dios, su enseñanza es poderosa, porque es dada con autoridad, pues siempre mostró coherencia, lo que predicaba lo practicaba; no como los escribas y fariseos, que decían una cosa pero hacían otra, como lo dice Jesús en Mateo 23:1-3 “Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen”.

El ejemplo que Jesús nos da con su vida es de integridad, pues si enseñaba del perdón, Él mismo lo practicaba (Lucas 23:34), si su enseñanza era del amor, Él mismo amaba (Juan 13:1), si enseñaba de la importancia de la oración, Él tenía una vida de oración (Marcos 1:35), cada tema que enseñaba El Maestro, era vivido por Él, lo conocía y lo practicaba, por eso Jesús tuvo éxito al trasmitir las verdades de Dios y llevó a los pecadores al arrepentimiento, y a que lo siguieran para ser transformados; también su enseñanza causaba admiración, tanto, que los judíos se maravillaban al escucharlo, y claro que tenían de qué maravillarse pues la doctrina enseñada por Jesús, no era de Él sino la de su Padre Dios, así que hoy no dudemos en seguir las enseñanzas de Jesús, nuestro gran Maestro, pues están basadas en la Palabra de Dios, y al igual que Él, llevemos una vida de integridad, de coherencia, que nuestras obras reflejen nuestra fe.  Oración.

«Padre Dios, ayúdame por el poder de tu Santo Espíritu a recibir la enseñanza de Jesús y a seguir su ejemplo para vivir una vida de integridad y coherencia, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 12 de agosto de 2022

Claves para Enseñar

 

Claves para Enseñar


“En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido” Hechos 1:1-2

“Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.” Juan 12:49-50

Los primeros dos versículos del libro de Hechos nos permiten ver que la enseñanza tenía un papel fundamental en la vida de Jesús. Jesús siempre estuvo dispuesto a enseñar las verdades de Dios.

Además, en los versículos del día de hoy, encontramos dos claves que nos permitirán, al igual que Jesús, enseñar la palabra de Dios de manera correcta. La primera clave está en Hechos 1:2 y tiene que ver con la relación del Espíritu Santo y el creyente; si observamos este pasaje, nos damos cuenta que Jesús contaba con el Espíritu de Dios para dar su enseñanza, por eso dice que daba mandamientos por el Espíritu Santo a los Apóstoles. Esto es lo que nosotros también debemos hacer, pues al hablar la palabra de Dios debemos siempre contar con la dirección y guía del Espíritu Santo, pues como dice Juan 14:26 “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” La segunda clave la encontramos en Juan 12:50 y tiene que ver con la relación del creyente con Dios Padre; nosotros tenemos que seguir el ejemplo de Cristo, Él tenía una estrecha relación con su Padre Dios, esto le permitía saber exactamente lo que Dios le mandaba para transmitirlo tal cual. Y eso es lo que debemos hacer, cultivar nuestra relación con Dios para tener claridad en lo que Él nos manda y transmitirlo como Él nos lo dice.

Al igual que en la vida de Jesús, la enseñanza de la palabra de Dios debe ocupar un lugar de importancia en nuestras vidas, pues de alguna manera siempre estamos enseñando algo a los demás. Qué privilegio sería que, en medio de lo que hagamos, podamos enseñar de la palabra de Dios; pidamos al Espíritu Santo su ayuda.   Oración.

«Padre Dios, que tu Santo Espíritu me de sabiduría y poder para llegar a enseñar tu palabra como tu Hijo Jesús lo hacía, ahí, en el lugar donde me has puesto, permíteme hablar con denuedo para tu honra y gloria. En el nombre de Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 11 de agosto de 2022

La enseñanza del Amor en Amor

 


La enseñanza del Amor en Amor

“Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres.” Deuteronomio 6:1-3

Hay una importancia muy grande en enseñar lo que Dios dice; en el antiguo testamento Dios ordenó que sus mandamientos, estatutos y decretos fueran enseñados a su pueblo, para que pudieran ser puestos por obra para su propio beneficio, como lo podemos leer en Deuteronomio 6:1-3. Lo mismo aplica para nosotros el día de hoy, pues enseñar los mandatos de Dios es primordial para que se puedan poner en práctica, lo cual traerá beneficios a nuestras vidas, más cuando ahora gracias a la obra de Cristo, nosotros como creyentes podemos hacerlo en amor con la ayuda del Espíritu Santo.

Con lo declarado por Jesús en Mateo 22:34-40, podemos darnos cuenta que sus mandamientos se resumen en amar, primero a Dios y luego al prójimo. Por eso, enseñar los mandamientos dados por Dios es enseñar del amor; pero esta enseñanza debe ser dada en amor, así como se nos enseña en 1 Corintios 13 cuando habla que si hacemos algo sin amor de nada nos sirve. El amor es fundamental, por eso es que Deuteronomio 6:4-9 dice “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”; estos versículos nos permiten ver la importancia de amar primero a Dios para luego transmitir todo lo que Él nos enseñe, repitiendo su mensaje de amor, hablando de su amor a nuestros familiares, conocidos y aun a desconocidos.

Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a ver el amor de Dios en cada mandamiento, para que podamos enseñarlos en amor.  Oración.

«Padre amado, llévame a compartir de tu amor, quiero poder enseñar a otros lo maravilloso que es tu amor, por eso te pido que tu Santo Espíritu me ayude a tener una relación profunda contigo, autor del amor. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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miércoles, 10 de agosto de 2022

El primer Amor

 

El primer Amor


“Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras.” Apocalipsis 2: 2-5a.

Tristemente hoy en día la vida de una gran cantidad de creyentes no refleja el amor de Dios, por eso es que su palabra nos exhorta a volver a ese primer amor; Dios reconoce que muchas veces hemos trabajado arduamente y con paciencia en su obra, pero más que esto, le interesa es el estado de nuestro corazón, ahí, donde el amor se puede encender o apagar.

Volver al primer amor implica mantener la llama del amor encendida, para lo cual, amar a Dios por sobre todas las cosas se debe convertir en nuestra prioridad, pues así podremos amar de la manera correcta, teniendo como resultados nuevamente las primeras obras que nos llevarán a amar también al prójimo (Mateo 22:37-39). Dios quiere que nosotros, su iglesia, que somos todos y cada uno de los creyentes, los que nos hemos arrepentido de nuestros pecados y hemos aceptado a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, seamos un fiel reflejo de Él; para esto, debemos ocuparnos en aprender a amar con su amor, pues su amor ya fue derramado sobre nuestras vidas por el Espíritu Santo, como lo dice Romanos 5:5.

Ocuparnos en aprender a amar con el amor de Dios significa recordar y retomar esos actos del primer amor, en los que nuestra búsqueda de Dios era constante, anhelábamos su palabra, oír de Él, aprender más de Él; por eso asistíamos constantemente a la iglesia, leíamos las Escrituras, orábamos, testificábamos, obedecíamos y compartíamos de su amor. Que hoy nuestra decisión sea volver a buscar a Dios como en el primer amor y que todos y cada uno de nosotros, que somos su iglesia, seamos conocidos porque ese amor que ha sido derramado en nuestros corazones sea el sello de nuestras vidas, la marca que nos identifica.   Oración

«Padre amado, me presento delante de ti arrepentido por olvidar que, antes que hacer cosas por ti, lo primero es amarte a ti; quiero volver a ese primer amor, quiero amarte a ti por encima de todo, que tu Santo Espíritu me guíe en este camino de excelencia que es el amor y así pueda compartir de tu amor a todos aquellos que lo necesitan. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 9 de agosto de 2022

Amor propio

 


Amor propio

“Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” Mateo 22:39.

“Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia” Efesios 5:28-29.

Conocer el Amor de Dios por medio de nuestra fe en Cristo, nos permite gozar de una nueva vida que nos lleva a tener amor propio. Si meditamos en nuestra vida antes de conocer a Cristo, podemos observar que muchos de nuestros pensamientos y muchas de nuestras conductas terminaban haciéndonos daño, era como si aun sabiendo las consecuencias no nos importara. Hoy muchos viven así, sin Dios y sin ley, y tarde o temprano se cosecha lo que se siembra. Por ejemplo, la falta de ejercicio, la comida chatarra o cualquier vicio, perjudican la salud física y mental, de igual manera la vida espiritual se ve afectada por malos hábitos, como la falta de oración, la poca lectura de la palabra, la desobediencia o el dejar de congregarse; pero esto no debe ser así, y es por eso que la Palabra de Dios nos exhorta a tener amor propio, como lo dice Mateo 22:39b “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, esta cita que habla de amor propio se toca en un contexto donde se dice que este es el segundo mandamiento, y que el primero es amar a Dios, así que para poder amarnos correctamente debemos conocer y experimentar el amor de Dios primero, para que con ese amor entonces podamos cuidar nuestra vida física, emocional y espiritual de la manera adecuada.

En Efesios 5:28-29, se nos da la clave para tener un amor propio equilibrado que es Cristo, y habla del sustento y cuidado que Él tiene por su Iglesia (su cuerpo). De igual manera, debemos proteger nuestra salud integral en espíritu, alma y cuerpo; y en la parte del alma, nuestra mente, emociones y voluntad, pidamos al Espíritu Santo que nos lleve a conocer el amor de Cristo, para seguir su ejemplo, teniendo un amor propio equilibrado.   Oración.

«Padre amado, gracias por tu Santo Espíritu quien me lleva a conocer el amor de Cristo, te ruego en el nombre de Jesús me permitas comprender que ese amor que tú has derramado en mi corazón me lleva a vivir una nueva vida, donde puedo tener amor propio, ese amor que me conduce a comportarme con equilibrio en mis pensamientos, emociones y conducta, y que se verá reflejado en una vida que te glorifique y que lleve mucho fruto. Amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 8 de agosto de 2022

Amor propio

 

Amor propio


“Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” Mateo 22:39.

“Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia” Efesios 5:28-29.

Conocer el Amor de Dios por medio de nuestra fe en Cristo, nos permite gozar de una nueva vida que nos lleva a tener amor propio. Si meditamos en nuestra vida antes de conocer a Cristo, podemos observar que muchos de nuestros pensamientos y muchas de nuestras conductas terminaban haciéndonos daño, era como si aun sabiendo las consecuencias no nos importara. Hoy muchos viven así, sin Dios y sin ley, y tarde o temprano se cosecha lo que se siembra. Por ejemplo, la falta de ejercicio, la comida chatarra o cualquier vicio, perjudican la salud física y mental, de igual manera la vida espiritual se ve afectada por malos hábitos, como la falta de oración, la poca lectura de la palabra, la desobediencia o el dejar de congregarse; pero esto no debe ser así, y es por eso que la Palabra de Dios nos exhorta a tener amor propio, como lo dice Mateo 22:39b “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, esta cita que habla de amor propio se toca en un contexto donde se dice que este es el segundo mandamiento, y que el primero es amar a Dios, así que para poder amarnos correctamente debemos conocer y experimentar el amor de Dios primero, para que con ese amor entonces podamos cuidar nuestra vida física, emocional y espiritual de la manera adecuada.

En Efesios 5:28-29, se nos da la clave para tener un amor propio equilibrado que es Cristo, y habla del sustento y cuidado que Él tiene por su Iglesia (su cuerpo). De igual manera, debemos proteger nuestra salud integral en espíritu, alma y cuerpo; y en la parte del alma, nuestra mente, emociones y voluntad, pidamos al Espíritu Santo que nos lleve a conocer el amor de Cristo, para seguir su ejemplo, teniendo un amor propio equilibrado.   Oración.

«Padre amado, gracias por tu Santo Espíritu quien me lleva a conocer el amor de Cristo, te ruego en el nombre de Jesús me permitas comprender que ese amor que tú has derramado en mi corazón me lleva a vivir una nueva vida, donde puedo tener amor propio, ese amor que me conduce a comportarme con equilibrio en mis pensamientos, emociones y conducta, y que se verá reflejado en una vida que te glorifique y que lleve mucho fruto. Amén.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 7 de agosto de 2022

El amor a Dios Espíritu Santo

 


El amor a Dios Espíritu Santo

“La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén” 2 Corintios 13:14.

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” Gálatas 5:22-23.

El Espíritu Santo es nuestro Ayudador, habita en nosotros, nos ha hecho su templo, como dice 1 Corintios 6:19: ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?, esto nos muestra que nuestra relación con el Espíritu Santo es tan cercana y estrecha que la podemos también comparar con la de los esposos; es curioso ver que cuando Dios planeó darle a Adán por esposa a Eva, declara en Génesis 2:18 “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”, y cuando se está en embarazo, a los hijos se les llama el fruto del vientre como dice el Salmo 127:3 “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre”, lo anterior debe llevarnos a reflexionar cómo debemos hacer para que en nuestras vidas se dé el fruto del Espíritu, y la respuesta está en 2 Corintios 13:14: comunión.

Es la comunión con nuestro ayudador, esa ayuda idónea, el Espíritu Santo, la que nos lleva a una intimidad con Él, y es ahí donde vamos a dar fruto, ese fruto que se menciona en Gálatas 5.22-23 y que tiene como característica principal el amor.

Podemos concluir entonces que la clave para amar al Espíritu Santo se encuentra en la comunión, y la comunión con Él se desarrolla por medio de la oración, y así como los esposos tienen intimidad en un lugar privado y especial, también nuestros encuentros con el Santo Espíritu de Dios deben ser en un lugar íntimo como lo dice Mateo 6:6 “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”    Oración.

«Espíritu de Dios, llévame a tener intimidad contigo, quiero conocerte de tal manera que en mi vida se produzca tu fruto, ese fruto que se caracteriza por el amor, para que de esta forma tu amor corra desde mi interior como ríos de agua viva, para amarte a ti que eres Dios como me lo pides, con todo mi corazón, y con toda mi alma, y con toda mi mente y con todas mis fuerzas. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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