miércoles, 29 de junio de 2022

La misericordia de Dios

 

La misericordia de Dios


«Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él», 2 Crónicas 16: 9a.

«Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo», Joel 2:13-14.

Sabemos que Dios, nuestro Padre, es misericordioso. Con la misericordia el Señor se compadece de nuestras angustias, de nuestras penas producidas por la desobediencia y las circunstancias de la vida. Pero Él también es un Dios PODEROSO, GRANDE Y FUERTE que promete su ayuda a quienes son fieles. Es decir, su misericordia es dada para todo aquel que se acerca a sus pies y cree en Él, pues su amor es tan grande que perdona y acoge a todos sus hijos; pero la ayuda es para aquel que además de acercarse toma la decisión de vivir conforme a su Palabra, quien decide serle fiel.

Tal vez llevamos años pidiendo experimentar el poder de Dios, aprendiendo de su Palabra pero sin hacerla realidad en nuestras vidas, por eso no hemos llegado al punto donde Él nos quiere ver. ¿Fiel en qué? En todo, en las ganancias, en las relaciones familiares, sentimentales, en nuestro trabajo, en el tiempo y en nuestra relación con Él. Recordemos que todo esto es otorgado por Dios. La reflexión hoy es: ¿quiero seguir viviendo solo de la misericordia de Dios o quiero experimentar su poder y su ayuda, cuando le soy fiel?    Oración.

«Señor, gracias por tu misericordia, porque siempre nos tratas mejor de lo que nos merecemos, queremos ser fieles en todo, porque tú siempre permaneces fiel. Ayúdanos a caminar en rectitud, a saber, el camino por donde debemos andar y enséñanos a hacer tu voluntad. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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martes, 28 de junio de 2022

Dios es nuestra prioridad

 

Dios es nuestra prioridad


«Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,

aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor» Efesios 5: 15-17.

«Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas» Mateo 6:33.

Frecuentemente quisiéramos hacer muchas cosas, pero sabemos que el tiempo no alcanza, esta vida es tan agitada que escasamente nos da unos ratos libres. Esto es real, al analizar nuestras labores cotidianas, la idea es que estas den fruto, que se cumpla a cabalidad con lo que se nos encomendó. Sin embargo, Dios también quiere parte de ese tiempo, quiere que nos acerquemos a Él, en un momento establecido dentro de nuestro horario, como algo indispensable para nuestra vida y que siempre cumplamos esa importante cita. No hay mejor momento para encontrarnos con nuestro Padre, que uno sin afán ni el estrés cotidiano. Finalmente, Él en este tiempo desea bendecirnos, desea que lo conozcamos, desea darnos la seguridad, fortaleza y tranquilidad para cumplir todas las tareas que tenemos a diario, pero sobre todo, desea tener una relación cercana y de amor.

Buscarlo a Él en primer lugar, es querer saturar nuestros pensamientos con sus deseos, es llenarnos de su Palabra para poder actuar en el día a día con su sabiduría, es querer hacer su voluntad y obedecerle en todo. Es ordenar nuestras prioridades. ¿Qué es lo más importante para nosotros? Siempre habrá personas, objetos, metas y otros deseos que compiten en cuanto a prioridad y que pueden desplazar a Dios del primer lugar si no decidimos enfáticamente darle el primer lugar en todos los aspectos de nuestra vida.   Oración.

«Padre celestial, haznos entender que tener tiempo de intimidad contigo es la clave para una vida bendecida, queremos que tú seas nuestra prioridad, buscando primeramente el reino de Dios y su justicia, sabemos que las demás cosas nos serán añadidas. Señor, queremos pasar más tiempo contigo.    Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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lunes, 27 de junio de 2022

¿Dominados por la ira?

 

¿Dominados por la ira?


“El necio da rienda suelta a toda su ira, Mas el sabio al fin la sosiega.” Proverbios 29:11

¿Cuántas veces hemos tenido sujeta la ira pero sentimos que está pidiendo a gritos la dejen salir? ¿Y nos ha pasado que cuando dejamos fluir la rabia pensamos haber hecho lo correcto pues esa era la única forma de desahogarnos y no reprimir nuestro sentir?

Si observamos lo que dice la palabra veremos cómo Dios nos invita a no apresurarnos ni a dejarnos dominar por el enojo, pues este reposa en el seno de los necios (Eclesiastés 7:9) Y es que el necio es considerado como ignorante, terco, imprudente y falto de razón, quien al momento del conflicto está sumamente preparado para reaccionar pero con ira, pero ¿será que esto es lo que Dios desea en nosotros? ¿No será que lo que Dios anhela ver en ti y en mi es que seamos un reflejo de Él, en donde seamos lentos para la ira y grandes en misericordia, siendo sabios y prudentes en nuestra manera de hablar, aplacando la ira con blandas respuestas, no guardando ningún enojo en nuestro corazón, etc.?

Hermanos, si hay algo que debemos aprender es a permitir que el Espíritu Santo desarrolle en nosotros el dominio propio, una de las características de su fruto, pues si continuamos dejándonos dominar por el enojo podremos llegar a destruir relaciones y aún hogares, causar divisiones, perder oportunidades, entre otras. Es importante recordar que para que el Espíritu Santo pueda desarrollar este fruto en nuestras vidas debemos tener una relación personal con Él a través de la oración y la lectura de la palabra.   Oración.

«Padre perdóname porque muchas veces al dejarme dominar por el enojo he ofendido a mi prójimo y no he permitido que sea reflejado tu amor a través de mi vida. Te pido que con la ayuda de tu Espíritu Santo pueda tener dominio propio en aquellas situaciones que a veces me disgustan, pero que pueden ser la oportunidad para manifestar tu amor y misericordia. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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domingo, 26 de junio de 2022

Honrando a papá

 

Honrando a papá


“Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra” Efesios 6:2-3.

¡Cuán privilegiados somos al tener papá! Pues desde pequeños recibimos de ellos corrección, protección, dirección, amor y un sinfín de cosas que son dignas de admirar. Han sido padres de hijos pródigos, dispuestos a recibirnos con brazos abiertos, llenos de amor y misericordia (Lucas 15:20-24); padres de fe como Abraham, quien con su ejemplo nos enseña cuán importante es creer en Dios (Génesis 22:8); padres protectores como Noé, quien por su obediencia a Dios resguardó a su familia en un arca para que no los tocase el diluvio (Génesis 7:5-7); padres adoptivos como José, quien por amor recibió a María y se convirtió en el papá adoptivo de nuestro Señor Jesús (Mateo 1:18-25); y cómo no mencionar al Padre más excepcional, nuestro Padre Celestial, quien de tal manera nos ha amado que dio a su único Hijo para que todo aquel que en Él cree no se pierda mas tenga vida eterna, por eso gracias a Jesús y a su obra redentora podemos decir que somos hijos de Dios (Juan 3:16, 1 Juan 3:1a).

Como vemos, son diferentes tipos de papás, con diversas personalidades, carácter, pero a todos ellos, sin excepción, se nos ha dado el mandato de honrar, respetar, cuidar y amar. De ahí que es momento de reflexionar ¿estamos honrándolos como se debe? ¿Estamos cuidando de papá tanto en la salud como en la enfermedad, llamándolo, respetándolo, proveyéndole en amor, dedicación y aún para sus necesidades materiales? ¿O tal vez nos hemos enfocado en cumplir parte de ese mandamiento solo cuidando de nuestra madre? Pero como dice la palabra, para que nos vaya bien y seamos de larga vida, debemos honrar no solo a nuestra madre sino también a nuestro padre.

Hermanos, si no lo estamos haciendo es momento de cambiar, de pedirle a nuestro Ayudador que ponga en nosotros el querer como el hacer de honrar en todo momento a nuestro papá.  Oración.

«Señor, gracias te doy por la vida no solo de mamá sino también por papá, porque en él también he podido ver el reflejo de tu amor y protección. Tú dices en tu palabra que debo honrarlos, pero si examinas mi corazón sabrás que en ocasiones no lo he hecho y te pido perdón. Hoy te pido que me lleves a amarlos como tú los amas, pues quiero corresponderles a ellos con tu perfecto amor. En el nombre de Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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sábado, 25 de junio de 2022

¡Levántate y salva vidas!

 


¡Levántate y salva vidas!

“Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico” Marcos 2:1-4.

Cuán importante es despojarnos de nuestra comodidad para levantarnos y llevar a los pies de Jesús a aquellos paralíticos espirituales que se encuentran en el mundo. Y es importante que reflexionemos ¿cuántos de nosotros hemos sido como aquellos cuatro hombres que relata el evangelio y hemos roto tejados de pena, indiferencia, pereza, temor, para llevar a aquellos paralíticos más que físicos, espirituales, a que conozcan del amor de Dios? Pues meditemos, ¿qué sería de la vida de aquél paralítico si esas cuatro personas no se hubieran levantado, lo hubieran cargado, descubierto el techo para hacerlo descender y así lograr que tuviera su propio encuentro con el Señor? Sin duda alguna su vida no tendría sentido, ni propósito, pues estaría muerto (espiritualmente) en sus delitos y pecados (Efesios 2:1) De igual manera habría sucedido con nosotros si alguien no hubiese tomado la iniciativa de compartirnos del Señor, pues seguiríamos perdidos, sin esperanza y sin Dios en el mundo.

Hoy el Señor nos pregunta “¿cómo puedes llevar a otros a que me conozcan?” Quizás hemos respondido: no lo puedo hacer yo solo; entonces busquemos a una, dos, tres personas para que nos ayuden a levantar a esos paralíticos espirituales, pero no podemos quedarnos más tiempo quietos pues ellos también necesitan tener un encuentro con Jesús; ¿no sé cómo hablarles de Jesús o qué compartirles? No nos preocupemos, pues no somos nosotros los que hablamos sino el Espíritu Santo de Dios (Marcos 13:11b, Juan 16:8-11)

Hermanos, el tiempo sigue corriendo y cada vez está más cerca el gran día en el que el Señor vendrá por sus hijos y ¿cuántos hombres se quedaran por fuera de su reino? Es tiempo de que nos levantemos y ganemos más vidas para Cristo.  Oración.

«Padre, hoy decido dejar mi comodidad e indiferencia pues no quiero seguir pasando de largo cuando veo en el mundo a aquellos paralíticos espirituales. Quiero ser como aquellas cuatro personas valientes que decidieron tomar al paralítico y llevarlo a los pies de tu Hijo Jesús, para que pudiera experimentar lo que es tener salvación, perdón de pecados y vida eterna. En el nombre de Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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viernes, 24 de junio de 2022

Autenticidad

 

Autenticidad


“Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” Mateo 7:28-29.

¿Cómo dejar de comportarnos como hipócritas religiosos para actuar como auténticos cristianos, como Jesús, quien es consecuente y obra de acuerdo a los principios de su Padre Dios? Evidentemente el ser cristianos auténticos no se da como resultado de esfuerzos humanos, sino que surge como fruto de la comunión íntima que tenemos con Dios, pues su palabra dice que Él es quien pone en nosotros el querer como el hacer y lo hace por medio de su Espíritu Santo (Filipenses 2:13, Ezequiel 36:27); por lo tanto, al obrar el Espíritu Santo en nuestras vidas, a medida que se lo permitamos, desarrollará en nosotros tres características de su fruto (fe, mansedumbre y templanza), las cuales son necesarias para que podamos andar y permanecer en integridad.

La fe es esencial, pues sin ella es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6a); y es que ella es la que nos impulsa, primero, a creer en que la dirección que Dios nos está dando es la correcta, y segundo, es la que me lleva a que pase de un creer a un actuar (obediencia), pero no podríamos obedecer si en nuestra vida no tuviéramos la humildad y la templanza, pues ellas son las que nos conducen a que sometamos nuestra mente, emociones y voluntad a la voluntad de Dios, no haciendo lo que nosotros consideramos, sino lo que verdaderamente es bueno y justo ante Dios, tal como lo hizo nuestro Señor (Juan 6:38).

Hermanos, de Jesús, sin duda alguna podemos aprender lo que es andar en autenticidad e integridad, pues Él no solo lo demostraba en su hablar, sino también en su manera de actuar; por eso admiraban su autoridad y esto mismo es lo que quiere que nosotros reflejemos ante el mundo, pues nosotros también podemos ser cristianos auténticos, pero si nos dejamos guiar por el Espíritu Santo de Dios.  Oración.

«Señor, quiero ser un digno ejemplo tuyo, vivir como tú viviste aquí en la tierra, con coherencia, integridad y autenticidad. Mi anhelo es que, cuando veas y examines mi corazón, puedas hallar en mí un mismo sentir, pensar, hablar y actuar, pues no quiero vivir en hipocresía, sino en autenticidad. En el nombre de Jesús, amén.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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jueves, 23 de junio de 2022

Hipocresía religiosa

 


Hipocresía religiosa

“Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen” Mateo 23:1-3

¿Por qué Jesús enseñaba que ni sus discípulos ni la gente en general debían imitar el comportamiento de los escribas y fariseos?, porque al examinarlos no encontraba congruencia entre lo que enseñaban y lo que hacían, pues por fuera los fariseos aparentaban tener justicia e integridad, pero por dentro solo estaban llenos de robo, hipocresía e iniquidad.

¿Qué es lo que origina que, tanto en los fariseos como en cualquier otra persona, se comience a vivir bajo la hipocresía religiosa, esa que no nos conduce a andar en integridad?, el orgullo, más conocido como soberbia, altivez o arrogancia; pues este es el que nos impulsa a que cuando escuchamos la palabra de Dios no la queramos practicar, ya que quita de nosotros la humildad, aquella que es la que nos conducirá a admitir ante Dios que estamos actuando mal, que le necesitamos para corregir nuestra manera de pensar, hablar y actuar, a fin de andar en integridad.

Hermanos, reflexionemos ¿estamos viviendo bajo la hipocresía religiosa? ¿Diría el Señor de nosotros “escuchen lo que enseñan, mas no hagan conforme ellos, pues no tienen congruencia a la hora de actuar”? Debemos recordar que nosotros no somos como los fariseos, considerados como sepulcros blanqueados, pues por la fe en Cristo y en su palabra hemos sido limpiados y lo que ahora nos corresponde hacer es permanecer en Él (Juan 15:3-4), para que la obra de Jesús sea la que se refleje en nuestro exterior y entonces ser conocidos como personas con autoridad e integridad, al igual que nuestro Señor, pero ¿cómo se hace esto?, encuentra la respuesta en el siguiente devocional.   Oración.

«Padre, quiero que en mí haya congruencia en todo tiempo, pues no quiero ser como aquellos fariseos que por fuera lucían hermosos, pero en su interior eran como sepulcros; quiero aprender de tu Hijo, quien en todo momento practicaba lo que enseñaba. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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